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Hermanos de sangre

Los Dardenne estrenan «El silencio de Lorna», premio al mejor guión en Cannes

Hermanos de sangre
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Uno habla, el otro no. Y luego, al revés. No se pisan las palabras, completan su discurso, como un animal bicéfalo que ve delante y detrás de las cosas. Los hermanos Dardenne no pierden detalle: sólo hace falta escuchar la precisión hiriente, casi algebraica, con que han construido «El silencio de Lorna» (mejor guión en Cannes 2008), para darse cuenta de que pueden sacar punta de cualquier cosa que pase ante sus ojos y sus oídos.-¿Cómo surgió la idea de la película?-(Jean Pierre) La idea de la película partió de una historia real que nos contó hace seis años una asistente social de Seraing. Su hermano drogadicto recibió la oferta, por parte de la mafia albanesa, de que se casara con una prostituta procedente de ese país para que ésta pudiera conseguir la nacionalidad belga. Por el matrimonio le daban 2.500 euros y por el divorcio 5.000. Su hermana le recomendó que no aceptara porque había oído que los drogadictos que se casaban con prostitutas albanesas acababan muertos por sobredosis. Esta historia se quedó con nosotros, y durante la promoción de «El niño», cuando pensamos en un próximo proyecto, volvió a aparecer.-(Luc) Queríamos centrarnos en el retrato de una mujer joven, y nos pareció que esta situación era un buen conflicto para examinar su comportamiento. Por un lado, ella busca tener una vida mejor pero, por otro, para lograrlo alguien tiene que morir. Es un excelente dilema moral. -Quizá sea su película de puesta en escena más convencional. ¿A qué se debe ese cambio?-(Luc) Es lo que pedía la historia. No queríamos que la cámara formara parte del baile de los personajes. Esta vez teníamos que tomar distancia para explorar el misterio de la protagonista, pero mirándola a la cara, escudriñando sus gestos. -Arta Dobroshi logra una mezcla de dulzura y crudeza difícil de definir. ¿Cómo la descubrieron?-(Jean Pierre) Necesitábamos alguien que hablara albanés para que luego tuviera el acento adecuado en francés. Uno de nuestros ayudantes viajó hasta los lugares donde se habla ese idioma –Macedonia, Kosovo, Albania– e hizo una primera selección de un centenar de chicas. Una de ellas, Arta, nos llamó mucho la atención. Fuimos a visitarla a Sarajevo, donde vivía, y la estuvimos filmando en su vida cotidiana. Y nos gustó mucho.-(Luc) Luego la reunimos con los dos actores principales para ensayar un par de escenas, y a pesar de que no sabía una palabra de francés y a veces se sentía un poco desorientada si sus compañeros improvisaban, se adaptó muy bien a la prueba. Le dijimos que ella era Lorna si cumplía con dos condiciones: tenía que aprender francés, lo estudió durante dos meses, y cortarse el pelo, que llevaba muy largo. A esto último se resistió bastante, pero al final accedió. -(Jean Pierre) El pelo corto la hace más atractiva, pero más corriente. Le abre más el rostro, se le ven más los ojos. En general el pelo largo es un obstáculo para el actor, añade movimientos innecesarios a su interpretación.-¿Cómo trabajan con los actores? -Queremos que los actores rompan las ideas preconcebidas que tienen sobre sus personajes. Y utilizamos varios trucos para ello: por ejemplo, les hacemos probar un montón de ropa. Por un lado, no sabemos lo que estamos buscando, y por otro, queremos que ellos se aparten de la imagen que habían creado para el personaje.