No hagan juego por Ángel del Río

La historia de Madrid está llena de errores cometidos por enredarnos en cuestiones periféricas y dejar que nos arrebaten el futuro. Los promotores de la «ciudad de Las Vegas» quieren ubicarla en nuestra comunidad; mientras, aquí, creamos una polémica que va más allá de lo razonable. La oposición busca las cosquillas medioambientales a un proyecto que aún no se conoce en profundidad y que será quizá la mayor inversión en nuestra región en las últimas décadas. El Gobierno regional le abre las puertas y, sin caer en la tentación de conceder manga ancha al Mr. Marshall de turno, cree que es una oportunidad única y que hay que concederle todos los beneficios posibles y razonables, no vaya a ser que mientras nos pegamos entre nosotros llegue otro y se lo lleve.

Llevar a cabo esta «ciudad de Las Vegas», que sería la «ciudad de la Esperanza», no por gestarse en tiempo de Aguirre, sino por lo que puede suponer en tiempo de crisis, requiere del acuerdo y la colaboración de las tres administraciones: local, regional y nacional. Sin conceder un ápice a irregularidades urbanísticas ni hacer concesiones por encima de lo legal, la Comunidad no puede perder la oportunidad de hacerse con este macro proyecto, por dos razones: una, por tratarse de una inversión extraordinaria que dinamizaría la economía; dos, por la creación de unos 200.000 puestos de trabajo. ¿En qué están pensando algunos, que no sea en tirar piedras contra su propio tejado? No hagan juego, señores, con los intereses de todos los madrileños.