Balón de Oro
Sin alfombra roja
En el Madrid han perdido las buenas costumbres. Mientras en el Bernabéu estaban intentando traspasar jugadores, el Atlético se paseaba por Madrid con la Supercopa europea. En otros tiempos, la dirección madridista habría puesto en escena alguna obra para aminorar la alegría del vecino. Este año, ni siquiera hemos tenido alfombra roja para convocar a la parroquia.
El Madrid ha terminado la temporada de compraventas en el primer puesto de la clasificación de fichajes, aunque solamente el entrenador ha sido gran noticia. Los futbolistas nuevos en la plaza, alguno de los cuales quizá sea figura histórica, no han levantado emociones indescriptibles. Y quizá sea mejor. Las grandes esperanzas acaban en traspasos a la baja o cesiones para aminorar la nómina.
La última jornada del mercado veraniego se vivió contrarreloj. El Real Madrid pudo ceder a Drenthe, cuyo gran delito fue no marcar un gol en el Camp Nou, y traspasó a Van der Vaart, operación que ha llegado con un año de retraso porque a Pellegrini le dijeron que no contara con él. Las circunstancias hicieron que fuera alineado y que, encima, mejorara las actuaciones de Kaká.
El Madrid ha inflado la nómina de centrocampistas y, por lo visto, quien sobraba era Rafael. Ha sido por el único que han pujado. Quienes se han quedado en el club se han convertido en un trágala para Mourinho. Al entrenador se le va a plantear serio problema cuando Kaká esté en condiciones de jugar. Probablemente, entonces se habrán ganado la plaza algunos de sus compañeros. Habrá que buscarle salida y que se prepare para la Copa América.
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