Elecciones andaluzas

Estado de crisis para testar la talla del líder «Pepe» Griñán

La movilización sindical por el plan de ajuste y la ruptura de la negociación colectiva precederá a la cita parlamentaria. 

Estado de crisis para testar la talla del líder «Pepe» Griñán
Estado de crisis para testar la talla del líder «Pepe» Griñánlarazon

SEVILLA- El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, afronta esta semana su primer Debate sobre el Estado de la Comunidad –el del año pasado lo engulló su investidura– y se prevé que no sea un paseo triunfal. Sin duda, la crisis marcará la pauta de una sesión en dos asaltos –los días 9 y 10– en la que el líder socialista deberá explicar su plan de ajuste y concretar las medidas fiscales que va a tomar, o las iniciativas contra el fraude y la economía sumergida. Tendrá que defender también unos recortes que afectarán a 285.000 empleados públicos y que han provocado el rechazo unánime de la oposición y el anuncio de toma de la calle –el martes 8– por unos sindicatos que pergeñan además un asalto en los tribunales contra el «decretazo».Y hay más cifras que arrostrar: la deuda de la región en términos absolutos asciende a 9.840 millones de euros, el déficit previsto para 2010 es el 2,75% del PIB –Zapatero lo ha limitado al 2,4%–, el paro oficial registrado en las oficinas de empleo de Andalucía supera ya las 868.000 personas, y la propia Junta ha admitido que el ajuste del mercado laboral no ha cesado aún. El Presupuesto de este año, dotado con 33.737,7 millones de euros, cayó un 0,1% respecto al de 2009, fue diseñado en un contexto en el que el Producto Interior Bruto descendió por primera vez en 14 años y el Ejecutivo autonómico baraja su posible congelación para los dos próximos ejercicios. Andalucía sigue estando a la cabeza de España en altos cargos, alrededor de 300, y en entes instrumentales, 317, pese a la intención expresada por el presidente andaluz de reajustar el sector. En este sentido, es esperable que la bancada popular recrimine al líder socialista cuestiones como que frente a su discurso de «austeridad» y «responsabilidad» en el ámbito de la UE, el Gobierno andaluz haya desembolsado en los dos últimos años 3.700 millones más de lo presupuestado para el apartado de gasto corriente o no haya recortado suficientes consejerías.A nadie extrañará tampoco si desde los escaños de IULV-CA recuerdan que sólo se advierten nubarrones para las maltrechas arcas públicas de los ayuntamientos y reprochan al presidente andaluz que no toque a estamentos como la Iglesia.¿Datos a su favor?: la economía regional creció un 0,5% en el primer trimestre del año. Griñán podrá, asimismo, enarbolar la bandera de la Andalucía Sostenible, el pago de la deuda histórica, la aprobación en sede parlamentaria de las leyes locales, tras más de dos décadas de promesas, o la Ley de Aguas. Caras deslucidas por su cruz: de momento no se sabe nada del desarrollo del primer proyecto, el canje del débito en solares ha acabado en los juzgados envuelto en una tormenta mediática de reproches; el PSOE-A no logró el apoyo de ningún grupo para sacar adelante los textos de las normas municipales; y la Ley de Aguas acabó empantanada por un error de los diputados socialistas en su votación.Otra de las bazas que a buen seguro esgrimirá el presidente de la Junta es su apuesta por el diálogo con los agentes económicos y sociales, formulada en el VII de Concertación Social. Pero incluso ésta se verá empañada en una sesión que se celebrará pocos días después de que la práctica totalidad de los sindicatos lo hayan acusado de haber roto de forma unilateral la negociación colectiva, con su imposición de los ajustes salariales impulsados desde La Moncloa. Al margen de la gestión de gobierno, cabe recordar que será también el primer Debate del Estado de la Región para Pepe Griñán, el sustituto de Manuel Chaves al frente de la Secretaría General del PSOE-A, en mitad de la pulsión de cambio que recogen los últimos sondeos electorales. Será una oportunidad para convencer de su solvencia como líder a los ciudadanos y a su propio partido cuando en el horizonte se atisban ya las urnas de los comicios municipales.