Los críticos piden un Congreso ya

Cien militantes del PSM se reunieron ayer en torno a un manifiesto protesta en la casa de La Rioja de Madrid, en la calle Serrano, dónde pusieron en común sus quejas con la actual dirección regional del partido en manos de Tomás Gómez. 

Con los datos sobre la mesa –26,23 por ciento de votos, justo la mitad de diputados que el PP y seis menos que la Legislatura pasada–, los críticos piden que se celebre un Congreso Extraordinario en el que, entre otras cosas, el partido comience el «cambio radical» que, a juicio de uno de los promotores del manifiesto, el diputado socialista, César Giner, necesita el PSM para comenzar a «trabajar en coherencia con la izquierda y en un proyecto transparente». Además, el parlamentario –que no revalidará su escaño puesto que fue apartado de la lista por la dirección regional de los socialistas– apuesta por un trabajo de «integración» dentro de las mismas filas del socialismo madrileño.

Pero sobre todas las cosas, estos militantes del PSM se lanzan directos a por la cabeza de su líder, al que exigen un ejercicio de autocrítica, la asunción de la «responsabilidad correspondiente» y que ponga en marcha «los cambios inevitables». Recuerdan que en una situación similar, hace cuatro años, su antiguo líder, Rafael Simancas, «dio un paso atrás y facilitó el inicio del nuevo ciclo». Frente a la lectura en clave nacional que realizó ayer y la noche del domingo Tomás Gómez, los críticos quieren abrirle los ojos, y aseguran en el documento que «no cabe el consuelo de la comparación con otras federaciones» porque el del PSM ha sido el peor resultado del PSOE en España.

Causas regionales
Tampoco ven los firmantes del manifiesto que todas las causas del fracaso puedan achacarse a la situación económica o al castigo al Gobierno de España. Un exceso de «formulaciones filosóficas» en lugar de presentarse como una «alternativa más pegada al terreno», o una definición clara con respecto a las políticas de la derecha, encarnadas en la Comunidad de Madrid por el PP de Esperanza Aguirre, son las claves que solicitan que su partido ponga en marcha con carácter inmediato. Tampoco se olvidan estos socialistas de su secretaria de Organización, Trinidad Rollán, condenada por un delito de prevaricación, para la que, sin citar su identidad, solicitan la salida de la organización y, sobre todo, de su estructura institucional pública.