Sevilla

Ferrero en su sitio

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Hace doce años, Juan Carlos Ferrero debutó en el equipo de Copa Davis. Fue en 2000, en la primera Ensaladera que el tenis español conquistó en el Palau Sant Jordi. Se convirtió en el héroe de aquella eliminatoria ante Australia al ganar el punto decisivo a Hewitt. Hoy abrirá la primera ronda ante Kazajistán en el comienzo de la defensa de la Ensaladera ganada ante Argentina en Sevilla. Ferrero no es el único superviviente de aquel equipo. Otros dos de sus componentes, Albert Costa y Álex Corretja, también siguen, aunque no exactamente sobre la tierra batida. Corretja, que llevó a Ferrero en hombros para saludar al Rey después de la victoria ante Hewitt, estrenará capitanía en el Palacio de Deportes de Oviedo. Costa es el director técnico de la Federación. Los dos últimos han sido los responsables de confeccionar un equipo que nada tiene que ver con el de hace poco más de dos meses en Sevilla. El número uno es «Nico» Almagro; el doble (Granollers y Marc López) se estrena en la competición y Ferrero vuelve a prestar sus servicios en un torneo que ya ha ganado tres veces.

Ferrero es un personaje atípico en el circuito. La mayoría de jugadores de su promoción están ya retirados. Él ha estado muy cerca de rendirse debido a los problemas físicos. Cayó más allá del «top 100» hace tres años, le martirizaron las lesiones en 2011, pero regresó y, a punto de cumplir los 32 años –lo hará el domingo–, vuelve a sentirse competitivo. En función de cómo marche esta temporada se planteará la retirada o seguir un año más en activo. Su vida va mucho más allá de lo que sucede en la pista. Es propietario del 25 por ciento del Torneo de Valencia, uno de los más valorados de su categoría por la ATP; es el dueño de un hotel de lujo en la sierra de Mariola y posee una academia de tenis en Villena. Para la eliminatoria ante Kazajistán, no dudó un segundo en aceptar la llamada de Corretja, «un capitán muy válido». Ferrero está casi tan feliz como el primer día: «Estoy muy contento, porque es una nueva oportunidad para disfrutar dentro del equipo, algo difícil en los últimos años». Hoy, ante el líder kazajo, Kukushkin, el número 61 del mundo, le toca volver a disfrutar.