Sevilla
Su «pandilla» dibuja el perfil más violento de Miguel
Un compañero de la joven sostiene que «no aguantaba pequeñas bromas, que le hacían reaccionar con violencia».
SEVILLA- Las declaraciones que los amigos de Marta del Castillo hicieron a la Policía dibujan el perfil más violento del asesino confeso de la joven, Miguel Carcaño. Patadas a papeleras y buzones y golpes a las paredes hasta hacerse sangrar los nudillos son algunos de los episodios que recuerdan los miembros de su «pandilla», que aseguran que Carcaño «es un chico bastante problemático, agresivo, al que se le va la olla con bastante facilidad, muy desconfiado y que se cree más chulo que nadie».El sumario del caso recoge la declaración de un compañero de clase de Marta, quien afirmó que su asesino confeso «no aguantaba pequeñas bromas, que le hacían reaccionar violentamente, y muchas veces, golpeaba puertas y paredes de forma que lograba tener los nudillos ensangrentados». Por su parte, una amiga de Miguel manifestó que «cada vez que se enfada, por el motivo que sea, reacciona de manera violenta y comienza a romper lo que tenga a mano: un teléfono móvil, los retrovisores de los coches, los buzones de correos de los edificios... el mobiliario urbano en general».Otra de las amigas del entorno constató que «le gustaba correr con la moto y, en alguna ocasión, le vi sin casco, aunque no le vi saltarse semáforos». Varios jóvenes coincidieron en que el hermano mayor de Carcaño, Francisco Javier Delgado, llegó a echarle de la casa que compartían «por los problemas que ocasionaba en la urbanización». La mala relación que mantenía con su hermano era algo que sabían sus amigos. «Se llevan a matar», aseguran, hasta el punto de que el asesino confeso quiso comprar la mitad del piso que habían heredado de su madre pero no tenía dinero. «No mostró ningún tipo de interés para localizar a Marta», dicen
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