Tripartito y CiU convierten al aranés en la tercera lengua de Cataluña

BARCELONA- El Parlament aprobó ayer la Ley del aranés con los votos del tripartito y CiU y la oposición de PP y Ciutadans. En virtud de esta ley, la Generalitat se compromete a implicarse en la protección y la difusión del aranés, una variante de la lengua occitana que hablan unas 5.000 personas en la Vall d'Aran.
El vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, defendió esta ley con el argumento de que el aranés «recupera la legitimidad de una lengua que de alguna forma es patrimonio histórico» de Cataluña. Carod aprovechó su intervención para recordar que el aranés ha sido una lengua «perseguida» y para subrayar que, a partir de ahora, contará con «una protección de la cual no ha gozado nunca».
El PP rechazó esta norma por varios motivos. Primero porque, según el diputado Rafael López, se ha redactado de espaldas a la Vall d'Aran. Y segundo porque la Ley del aranés impone su «uso preferente» en las instituciones de la Vall d'Aran, algo que supone «un desacato» respecto a la sentencia del Tribunal Constitucional del Estatut, que ya corrigió este punto relativo al catalán. Ciutadans denunció, por su parte, que la ley abre la puerta a las multas lingüísticas.
El Síndic de Aran, el socialista Francesc Boya, celebró esta ley porque, según dijo, el aranés se encuentra en «la unidad de vigilancia intensiva».