Las negociaciones para nombrar al sucesor de Papandréu se estancan

ATENAS- Ayer, al cierre de esta edición, el todavía jefe del Ejecutivo heleno, Yorgos Papandréu, y el líder de la oposición y de la conservadora Nueva Democracia, Antonis Samarás, seguían sin cerrar las conversaciones.

El nombre que sigue sonando con más fuerza para asumir la titánica tarea de salvar a Grecia de la bancarrota es el de Lucas Papademos, ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). «Con las informaciones que hay hasta ahora, las negociaciones se refieren a Lucas Papademos» como próximo jefe del Ejecutivo, aseguró al respecto en su informativo de mediodía el canal de noticias Net.

Según el canal Skai, la intención de Papademos es formar su gabinete con miembros tanto del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) de Papandréu como de Nueva Democracia, aunque este partido ha mostrado su rechazo a esa idea para no involucrarse en la aplicación de las duras políticas de austeridad que exige el acuerdo de la eurozona para rescatar a Grecia de la quiebra. Para acelerar el proceso de sucesión, todos los ministros del actual Ejecutivo pusieron ayer sus cargos a disposición de Papandréu.

La primera «patata caliente» que se encontrará el nuevo Ejecutivo es la exigencia de la UE de que Grecia ratifique por escrito que aplicará los ajustes exigidos a cambio del rescate de la UE. «Pensamos que el anuncio unilateral del referéndum fue una ruptura de confianza por parte de Grecia con sus socios europeos», dijo el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, tras la reunión de los ministros de Economía de la UE. «Ahora es esencial restaurar el contrato social entre Grecia y el resto de la eurozona y la forma de hacerlo, de restablecer la confianza, es mediante un compromiso por escrito, en papel, y con acciones concretas», insistió el comisario de Asuntos Económicos.

El compromiso escrito y el inicio de las reformas son «condiciones» previas para el pago de la ayuda de emergencia de 8.000 millones correspondiente al sexto tramo del primer rescate y el inicio de las negociaciones para un segundo rescate. Samarás advirtió ayer de que no firmará ningún documento porque supondría poner en cuestión la «dignidad nacional» del país heleno.