El arquitecto del éxito

El amor del ingeniero por la actividad es herencia familiar. Su tío Luis Sougarret le enseñó de pequeño el estudio de los minerales y como resultado, apenas terminó su enseñanza media en el Colegio San Marcos de Ñuñoa, en 1981, el joven sobrino se matriculó en Ingeniería Civil en Minas de la Universidad de Chile.

En Codelco, la empresa pública que gestiona las explotaciones mineras, empezó a trabajar de bien joven, en 1992. En concreto en la División Andina de El Teniente, lugar en donde se luce hasta la fecha, a sus 46 años. Como hombre de empuje, comenzó con trabajos pequeños, pero pronto demostró lo que valía y llegó hasta gerente de Proyectos. Eso, hasta que el 8 de agosto de este año, cuando el presidente de Chile, Sebastián Piñera, le pidió que se pusiera a la cabeza de las operaciones de rescate. «Es, sin duda, la pega –trabajo– más importante de mi vida», declaró estos días el caporal e hincha de la U, y lo ha demostrado a fondo. De inmediato, agarró a 33 de sus mejores hombres de El Teniente y se los llevó a Copiapó para trabajar día y noche, con tal de localizar primero y salvar, después, a los mineros. «Cuando me nombraron para esta tarea asumí los riesgos. Podía ser un éxito o un gran fracaso», confesó a LA RAZÓN a la vez que admitía que «15 años atrás sin está tecnología, no podríamos haber hecho esto». Los primeros días en San José fueron difí-ciles. Los familiares de los mineros atrapados estaban ansiosos por saber si cabía la esperanza. El «arquitecto» comenzó los sondajes. Los megataladros, siguiendo planos de San José, no atinaban. El 16 de agosto, creyendo que habían dado con el taller, penetraron una caverna vacía. Desilusionados todos por los intentos fallidos y la furia acumulada de los familiares, el viernes 20 de agosto a Sougarret le habían dado fecha para levantar campamento con los últimos siete hombres de su equipo original. Pero el titán olió el éxito y se quedó a terminar los sondajes. A los pocos días llegó a sus manos un histórico papel que rezaba: «Estamos bien en el refugio los 33». El resto de la historia ya la conocen. (Desde el inicio del rescate fue una fuente inestimable para millones de seguidores , ya que informaba del mismo a traves de su «Twitter»).