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El mercado ignora a S&P y avala los ajustes de Rajoy

El mercado ignora a S&P y avala los ajustes de Rajoy
El mercado ignora a S&P y avala los ajustes de Rajoylarazon

MADRID- Los inversores han recuperado la confianza en España y la rebaja de rating de la agencia Standard & Poor's (S&P) no impidió que el Tesoro cubriera ayer con éxito la subasta de Letras a doce y dieciocho meses. En una jornada de reacciones positivas en los mercados de la zona euro, el Estado colocó «papel» por valor de 4.880,15 millones de euros a un menor interés que el registrado en las dos emisiones anteriores. Desde que el PP ganó las elecciones, el coste de las colocaciones de deuda no ha parado de caer y el plan de ajuste anunciado por el Ejecutivo ha logrado el respaldo del mercado.

En concreto, el Tesoro colocó Letras a doce meses por valor de 3.007,05 millones de euros a un interés marginal del 2,15%, un 58,6% menor que el registrado en la última subasta al mismo vencimiento realizada antes del 20-N (5,2%). Respecto a la emisión de diciembre, con el Ejecutivo de Zapatero ya en funciones, el coste se redujo un 47,4%.

A dieciocho meses, el Estado captó 1.873,1 millones de euros con un interés del 2,49%, un 53,2% menor que el de la última subasta antes de las elecciones (5,32%). En total, los inversores demandaron más de 16.700 millones en Letras a ambos vencimientos (3,42 veces el capital colocado por el Tesoro).

Grecia, que lleva un año sin emitir deuda a largo plazo, captó 1.625 millones de euros en Letras a tres meses –frente a una previsión de 1.250 millones– con menor interés, mientras que el fondo de rescate europeo (EFSF) colocó 1.501 millones –el máximo previsto– y también logró reducir el rendimiento pese a la retirada de la triple A por S&P. Los inversores también compraron deuda a corto plazo de Hungría y Bélgica con buenos volúmenes e intereses moderados.

La cuestión parece clara: los inversores comprarán deuda a corto plazo gracias a la macroinyección de liquidez del BCE, pero la batalla real de los países periféricos reside en las subastas a largo plazo. Los mercados, de momento, respaldan la moneda única (ver gráfico adjunto).