España
El verdadero plan de Mato por Sergio ALONSO
Está claro que el nuevo Ministerio de Sanidad de Ana Mato va a intentar rehuir todo tipo de confrontación durante la presente legislatura. De esta forma se explica el plan de mínimos anunciado por la ministra en el Congreso el pasado miércoles. Un plan que incluye como propuesta más ambiciosa la extensión de la libertad de elección de médico y centro que ya aplica Madrid, y que incluye otras iniciativas etéreas como la de la central de compras a nivel estatal y el archisabido pacto de estado sociosanitario. Vistos los precedentes de la Comisión Abril, la ponencia constituida en 1996 y el experimento con gaseosa de «Bernat Soria», parece poco probable que se logre tal acuerdo. En el tintero, Mato ha dejado el meollo de la situación. Y es comprensible. A la hora de aprobar medidas duras contra el gasto, el Ministerio intenta asegurarse el respaldo o, al menos, el no rechazo, de los sectores afectados. Es lógico que trate también de alcanzar un consenso con las autonomías, que a fin de cuentas son las que pagan, al igual que hizo Trinidad Jiménez con el famoso decreto de los 1.500 millones que al final se quedaron en nada. Sanidad tiene por delante una tarea ingente, que no puede detenerse, ni mucho menos, en lo expuesto por la ministra. Si pretende atajar el gasto farmacéutico, la retirada de la financiación de fármacos obsoletos, conocida como «medicamentazo», puede ser una vía. Si busca dinero extra, tampoco puede descartar extender el catálogo gallego a toda España. Curiosamente, la industria no lo vería con malos ojos, siempre que con ello quedara derogada la prescripción por principio activo. Y el Ministerio ha de ser ambicioso también a la hora de cribar la llegada al mercado de medicinas y tecnología que apenas aportan nada con respecto a otras existentes. Lo financiado está sobredimensionado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar