Barcelona

In memoriam por Carlos Argos García

In memoriam por Carlos Argos García
In memoriam por Carlos Argos Garcíalarazon

Los que le conocimos hace 40 años y tuvimos la satisfacción y el honor de trabajar con él, cuando volvemos la vista atrás, nos damos cuenta de su dimensión humana, intelectual, académica y política. D. Manuel siempre fue un hombre de su tiempo que quiso reformar, para mejorar, la España que en cada momento le tocaba vivir. Recuerdo que cuando me hablaba de sus tiempos de ministro de Información y Turismo siempre me decía que su afán era lograr abrir puertas a la libertad y caminar hacía un sistema democrático, si bien era consciente de que en el régimen político en que se encontraba instalado, tales deseos ofrecían graves dificultades.

Su paso por dicho Ministerio supuso una cierta apertura con la Ley de Prensa de 1.966, si bien era consciente de las dificultades que entrañaba ponerla en marcha y prueba de ello fue que tardó 4 años en hacerlo, dedicándose, en consecuencia, a mejorar las estructuras turísticas de España y lograr no sólo que viniesen turistas, sino también divisas, que ayudasen a una economía que había pasado de la autarquía a cierta libertad económica.

Su paso por la Embajada de Londres fue una de las etapas más felices de su vida y allí vivió en directo lo que antes había escrito sobre el Parlamento Británico en 1.951. Desde la Embajada en Londres, D. Manuel contemplaba el final del franquismo y ello le hizo reforzar su teoría del centro. Así, en diciembre de 1.974, en el Palacio de Montjuic de Barcelona, afirmó: «España no se puede gobernar desde la derecha ni desde la izquierda; hay que gobernarla desde el centro» y para él el centro era tanto el centro-derecha, como el centro-izquierda donde ambos asumían valores del contrario, aunque a muchos les pareciese un disparate.

D. Manuel fundó AP, que después transformaría en Coalición Popular y por último, en 1.989, en el refundado Partido Popular, que ha conseguido gobernar España en dos ocasiones (con Aznar y ahora con Mariano Rajoy). Su sueño de presidir el Gobierno nacional no pudo ser, pero gobernó Galicia durante 15 años y la cambió de arriba a bajo, dejando una «obra bien hecha» que aún perdura y de la que siempre se sintió orgulloso.

D. Manuel ha sido y será siempre un ejemplo, no sólo para los militantes del Partido Popular, sino para muchos de los españoles que supieron y sabrán valorar su categoría intelectual, académica, política y humana, que perdurara en el recuerdo y que el paso del tiempo agrandará, hasta colocarle en el sitio de honor que le corresponde en los últimos 60 años de nuestra historia política.

Pasarán muchos años hasta que nazca un hombre de su sabiduría, que nace tanto de la inteligencia como del corazón. D. Manuel, sus méritos académicos e intelectuales, el dominio de cuatro idiomas y hablar correctamente en latín son sólo un ejemplo pequeño de sus muchos saberes, por ello su muerte debe de servirnos a todos como acicate y servicio a unos ideales y a España. Que su vida sea siempre un referente para todos quienes les conocimos y le admiramos.

Carlos Argos García
Abogado - Ex jefe del Gabinete de D. Manuel durante varios años