Suiza
«Si hubiéramos perdido mi hijo me habría dicho: Papá no pasa nada»
Atrás ha quedado todo: su cese en el Real Madrid, las críticas a sus alineaciones y, sobre todo, la imposibilidad de nuestra selección para llegar a cuartos en un Mundial. Ha roto todas las estadísticas, proporcionando el mejor día de su vida a muchos españoles: el oro de la victoria. Pero no pierde la compostura. Como un director de orquesta, no se le escapa ni una sola semicorchea de su discurso, se le pregunte lo que se le pregunte.
-Enhorabuena, aunque no debe quedar quién no se la haya dado ya.-Gracias. La verdad es que sí, hasta el punto de que no puedo contestar a todos los SMS.-Ya lo decía Cruyff, «como España coja la pelotita...».-Teníamos mucha fe, pero ganar un Mundial según está el fútbol actual, no estaba tan claro. Pero el equipo se ha sentido bastante seguro y maduro después del fiasco de Suiza, y remontó.-Algún capricho se habrá dado. -La verdad es que estar en casa, que ya es mucho. Ahora iré unos días a la playa, jugar al paddle, un buen vinito, pero poco...-Mire que es usted «para dentro».-Contenido, castellano. Pero creo que tengo buen trato con todo el mundo. En ese difícil recorrido que es un Mundial, y estando tan expuesto, he obviado problemillas y he intentado ser lo más correcto posible. Las buenas relaciones siempre dan mejores resultados que las malas.-Kapuscinski decía que no se puede ser buen periodista sin ser una buena persona, ¿es aplicable al fútbol?-Tampoco voy a entonar un ejercicio de bondad. Además, para dirigir un grupo, no vale el «ordeno y mando»; es necesaria la sensibilidad, los gestos humanos. -¿Consulta con la almohada la alineación de los partidos?-(Risas) Para eso está la gente próxima y el debate con ellos. Escucho al equipo técnico con el que trabajo, porque es muy importante el hecho de saber escuchar. -Dicen que usted ha logrado el ejemplo de integración que los políticos no logran...-El fútbol en algo muy particular, y el deporte en general. Y cuando hay buenos resultados se magnifica esa sensación. Aunque en este caso es cierto: lo hemos intentado y lo hemos logrado. Con corrección y sin estridencias, que es lo más importante.-Ha sido el oro de la colectividad, sin individualidades, sin estrellas, sin «manos de Dios».-Sin duda. En el equipo todos son chavales, jóvenes con aspiraciones, pero la mitad se tienen que quedar sin jugar en cada partido y, curiosamente, el apoyo del banquillo es tan importante como el de los que salen al terreno de juego.-Son jóvenes, guapos, con dinero, con títulos ¿Tienen tan poco ego como parece?-Lo importante es que el futbolista, pese al marketing y todo lo extra futbolístico, mantenga la naturaleza y esencia de sus orígenes: son hijos de obreros. No lo olvidan nunca.-¿Qué fue lo que más le emocionó de todo lo que vio en el vestuario cuando ya tenían la copa?-Fueron tantas... Un deportista tiene que saber celebrar el éxito, y hacerlo de una forma tan natural como lo hicieron ellos, crea una empatía tremenda con la afición.
-La mayor empatía se produjo en el beso de Iker a Sara Carbonero...-(Risa contenida y silencio)Aquel golpe en el mentón
-¿Sabe que los políticos se miran en usted?-Esto sólo es un deporte, no magnifiquemos las cosas. Los jugadores sólo son futbolistas y yo sólo soy un entrenador.-Pepe Reina dijo que «ninguna palabra suya es vana». ¿No será un maestro zen?-Sólo intento ser concreto, que por cierto es muy difícil. Tengo que decir muchas cosas en pocas palabras porque los jugadores, ante largos discursos..., no digo que se duerman, pero es peligroso. -El recibimiento... nos volvimos a dividir: los eufóricos y los que dicen que fue excesivo.-No hay que ponerle freno a la alegría de la gente. Fue una celebración espontánea, nada prefabricada, y eso es bueno. Demasiadas cosas negativas hay en la sociedad como para coartar la alegría.-Una imagen para el recuerdo fue su hijo levantando la copa.-Era la primera vez que le veía tras el regreso y me quedé sorprendido porque no esperaba encontrármelo allí, con el presidente del Gobierno, y me quedé sin palabras. Me alegro de que las familias que tienen un miembro con discapacidad se puedan ver reflejados en nosotros y podamos ser para ellos un apoyo. Porque ellos son capaces de hacer muchas más cosas de lo que los normales, entre comillas, pensamos.-¿Qué le dijo a su hijo cuando pudo tocar el trofeo?-¡Ni lo sé! Porque estábamos los dos muy emocionados. Sólo sé que si hubiéramos perdido, mi hijo me habría dicho: «Papá, no pasa nada». Es mi ángel. -Dígame, ¿qué le dijo el Rey, cuando le dio el golpecito en el mentón?-Que se alegraba mucho por mí. Nos conocemos desde hace tiempo, pero siempre he tenido la prudencia de cuando estoy con el Rey mostrarme reservado, que no trascienda nada... Me cae bien, muy bien, toda la Familia Real.-Dicen que aumentará el PIB con este trofeo.No lo creo... sólo es fútbol. Me conformaría con que el nombre de España se asocie a la alegría y al triunfo del deporte. Deseo que influya sobre el comercio y la consolidación de nuestra imagen en el mundo.-Cómo seleccionador, ¿tiene un ojito derecho?-No, de verdad que me caen muy bien todos, porque es imposible lo contrario. No sólo son buenos jugadores sino también humildes. He hablado bien de Busquets, pero porque me reflejo un poco en como era yo cuando jugaba, pero no porque le tenga más cariño.-Durán Lleida me ha trasladado una pregunta para usted: quiere saber si cree que imperan en su combinado buena parte de los valores del Barça de Guardiola.-Yo intento asimilar los valores de los grandes clubes españoles y, claro está, también del Barça, con el que compartimos muchas cosas. -Hablando de Guardiola, dijo que les motiva con películas como «Gladiator». ¿Usted qué as tiene en la manga?-Nada, de verdad. Salir al terreno de juego para intentar ganar un Mundial ya era un incentivo suficiente. El que se crea que es muy bueno está poniendo la primera piedra para estrellarse.-¿Tomarán alguna medida ante la FIFA contra el colegiado que arbitró el partido con Holanda?-(Risas) No. Era un partido difícil para arbitrar. Intentó no perjudicar mucho, que el fútbol se desarrollase lo mejor posible y a lo mejor nosotros tampoco colaboramos mucho.-Y Forlán Balón de Oro del Mundial. -Dejando a un lado a los nuestros, a mí me ha gustado mucho el trabajo de Messi. En cada partido ha hecho 20 ocasiones de gol, es un fenómeno.-¿El fútbol une lo que los políticos separan?-Aunque haya exaltación patriótica, me quedo con la exaltación futbolística. -¿Y ahora, ¿a seguir buscando Pedritos?-Claro... Y a cumplir con los nuevos retos que se nos pongan por delante.Bueno por fuera y rojo por dentroNo descubro nada nuevo: es la bondad a un seleccionador pegada. Y la bondad es algo más que la ausencia de maldad: es un ideal que no se busca, se lleva con uno mismo. Por eso es imposible descolocar, ni sacarle de sus casillas, a Vicente del Bosque, pillarle en un renuncio o con un mal gesto. Cuenta la tradición taoísta que Lao-Tse nació con setenta años, y no me resultaría extraño saber que al seleccionador de La Roja pudo pasarle algo parecido, porque la sabiduría es la transición del alma de una menor a una mayor perfección y él parece saberlo de forma intuitiva. En este país aún coreamos la victoria del mundial y nuestro canto es ronco... Aún nos queda mucho de Vicente del Bosque para jalear en la garganta.
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