Sevilla

OPINIÓN: De turismo

La Razón
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La huelga del fútbol, con la patronal echando el cierre, ha terminado de dar la vuelta a todos los conceptos que hasta ahora parecían inamovibles. Ya se puede esperar cualquier cosa. Como que los empresarios de la ciudad se levanten contra el delegado de Economía, dejándolo tieso cuando iba a discutirse el futuro del pulmón de la ciudad. Esas reuniones eran un bálsamo de aceite en el que el mayor problema era decidir si el agua se servía embotellada o en jarra. Los acuerdos vienen dados porque todos caminan en la misma dirección. El motor económico –estableciendo récords desde enero pese a esa crisis que dicen que hay– no era suficiente para Carlos Váquez, que ni siquiera enviaba emisarios para que le contaran lo que se cuece. Lo encomendaba todo al buenhacer de su socia de gobierno. El martes le pareció un buen día para arreglar el mundo y se presentó en el Consorcio de Turismo. El primer turno de palabra fue un directo a la mandíbula, con abandono en masa de señores educados que se juegan su dinero cada día y no tienen ganas de soportar a un mantenido con fondos públicos. Urge que el alcalde medie, una vez regresado de su larga gira europea, y haga así algo por el turismo... ¡pero por el de su ciudad!