El regreso del dóberman

Los socialistas son previsibles. Los datos de las encuestas son malos y sacan a pasear al «dóberman». Lo hicieron en la campaña de 1996 y ahora tenemos un nueva versión con la presunta derechización del PP. Hay que dar miedo a los electores y movilizar a una izquierda que quiere al PSOE fuera del poder. No sólo en el Gobierno de España sino de municipios y autonomías. Manejan bien los argumentarios y salen todos en tromba arremetiendo contra Aznar, Cospedal, Mayor Oreja, etc... No hay nada que excite más a la izquierda que el presidente Aznar. La realidad es que el PP está donde estaba mientras que el PSOE está inmerso en su crisis interna. A pesar de ello hay que reconocer que le queda tiempo para buscar el voto del miedo. España y Portugal son dos países en los que no hay formaciones de ultraderecha con representación parlamentaria. Creo que la razón es que estamos «vacunados» tras sufrir, respectivamente, las dictaduras de Franco y Salazar. A la izquierda le gustaría que hubiera un partido ultra, pero no lo hay.