El FIB baila algo más que indie-rock

No sólo de música vive el Festival Internacional de Benicàssim. Aunque sus conciertos sean el principal aliciente, no son el único. El arte contemporáneo y las artes escénicas también se han hecho un hueco entre recital y recital para hacer del FIB algo más que un festival de verano. El halo del coreógrafo William Forsythe protagonizó la «Cita con la danza», que en esta edición cumple su décimosegundo aniversario, gracias a uno de sus primeros bailarines, el español Amancio González. Forsythe el renovador«Tengo la inmensa suerte de llevar 11 años con William, uno de los pocos coreógrafos que continúa buscando nuevos lenguajes en la danza. Es un pionero. Su influencia se percibe tanto en la danza clásica como en la contemporánea», explica el bailarín, que ha impartido un taller a alumnos procedentes de conservatorios de toda España sobre el trabajo de su maestro: «Hemos trabajado sobre "Firstext"que, finalmente, formó parte del programa que se representó en la playa del Torreón», dice González, quien, sin embargo, tuvo que hacer unos pequeñas ajustes. «Mi objetivo no era que lo hicieran como una compañía profesional, sino que hubiera un espacio para todos. Originalmente se trata de una pieza de treinta minutos para seis bailarines, así que aumenté el número de intérpretes y reduje la duración a seis minutos», añade. En este taller, González ha contado con la ayuda de Patsy kuppe-Matt, maestra invitada del Ballet de Stuttgart y de la Ópera De Viena, y responsable de que González se uniera a este proyecto.Precisamente, William Forsythe fue, junto a Kiri Kylian y Mats Ek, una de las grandes influencias en la creación de Nacho Duato, que este mes abandona la dirección de la Compañía Nacional de Danza dejando una gran incógnita sobre el futuro de la danza institucional en nuestro país. «Creo que en España falta una mayor investigación de los estilos. La separación entre el clásico y el contemporáneo es muy radical. Es necesaria una mayor "liaison"entre ambos», opina el bailarín, quien, con este convencimiento, ve en la fórmula mixta la solución para la situación española: «No todos los bailarines pueden hacer todos los estilos, pero es positivo que convivan. Cuantos más estilos domines, mejor», asegura González. El bailarín también estrenó pieza propia, «As if I was happy», dentro de un programa en el que se pudo ver «Elegía a Ramón Sije», de Rojas y Rodríguez, el estreno de «Corazón pesado», obra del bailarín del Nederlands Dans Theater Iván Pérez. DÓNDE: playa del Torreón. Benicàssim. CUÁNtO: entrada gratuita.