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Semanas redondas

La Razón
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Comencé la semana de forma habitual, programa de Carlos Herrera el lunes. Martes «Espejo público» en Madrid. Miércoles rastrillo de Nuevo Futuro en Sevilla. Presidió la inauguración la Infanta Doña Pilar, que como ya saben, tuvo un encontronazo con los medios debido a que sólo le preguntaban por el Duque de Palma. El almuerzo que inaugura esta obra benéfica transcurrió como es habitual, estupendamente. A los postres hice el sorteo de los premios a los asistentes, también como es habitual, los que entrego en nombre de Onda Cero y La Razón, fueron los más deseados. Fin de semana en el gran hotel Conde Duque de Madrid con espectáculos incluidos. El jueves marché a Córdoba, pasear por su casco histórico es siempre volver a momentos definitivos de la historia de este país. Te tropiezas con distintos personajes que vivieron a lo largo de los siglos por cualquier esquina. Si, además, el motivo siempre grato de pasar una jornada en tan fastuosa ciudad es presentar un encuentro de novela histórica de La Razón, con Juan Eslava Galán y su último libro «Últimas pasiones del caballero Almafiera», Posteguillo con su éxito arrollador «Los asesinos del emperador» y Luz Gabás, con su «Palmeras en la nieve», una historia que recrea nuestro pasado colonial en África. El salón abarrotado y la tertulia con tan importantes escritores, intensa, divertida y enriquecedora. El domingo Sevilla era una fiesta, había de todo: clausura del congreso del PP, maratón que cortaba casi todas las calles, manifestación sindical, pero esta ciudad, como tantas de España, puede con todo. Y si además luce un sol espléndido y 22 grados, tiras el coche en cualquier parte y te sientas en la terraza más cercana a esperar sin prisa. Quedé para almorzar con Curro Romero y Carmen Tello, para luego acercarnos a Utrera, junto a los Duques de Alba y su buena amiga Marta Talegón. En su plaza de toros, gran festival taurino, juzguen el cartel: Espartaco, Julio Aparicio, Pepe Luis Vázquez, Cayetano, Morante de la Puebla y el joven novillero Vilches. Gran ambiente, hubo pinceladas pero ninguno logró el gran éxito, no importaba. Estamos a comienzos de temporada, no se puede exigir demasiado, y si además el buen dinero recaudado sirve para ayudar a muchos niños, todo está justificado.