Una exposición recoge la creativa colaboración entre Portabella y Miró

Al igual que el realizador Henri-Georges Clouzot supo sacar todo el partido cinematográfico de Pablo Picasso en la película «El misterio Picasso», Pere Portabella estableció una excelente colaboración con Joan Miró. Esta amistad dio importantes frutos artísticos que ahora protagonizan una exposición en la Fontana d'Or de Girona.En la muestra «Miró/Portabella. Poética y transgresión» se ofrece por vez primera un recorrido por la fructífera unión creativa de Joan Miró y Pere Portabella. Para ello se emplean como hilo argumental los diferentes documentales que el cineasta dedicó a las diferentes vertientes del trabajo mironiano: desde el tapiz («Miró tapís», 1973); la forja («Miró la forja», 1973); o la acción creativa efímera («Miró l'altre, 1969»). La cámara de Portabella también supo captar el compromiso político del pintor, y que acabó derivando también en una rebelión estética («Miró aidez l'Espagne», 1969).La Fontana d'Or, junto con las películas de Portabella, rescata algunas de las piezas originales de Miró que en ella aparecen. De esta manera se pueden contemplar, aparte de los cortometrajes, pinturas, esculturas en bronce, tapices, litografías, dibujos, cuadernos y carteles. Una mención especial la merecen las llamadas «Puertas Mallorquinas» de Miró, que por primera vez se exhiben en Cataluña y que son los puntos de partida de las esculturas «Porta I», «Porta II» y «Porta III».Tanto Miró como Portabella coincidían en el mismo sentimiento de «asesinar» la pintura y el cine. Por eso sus obras cuestionaron sus respectivos lenguajes y lucharon contra las convenciones más tradicionales.