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Barcelona

Menos resaca

La Razón
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Era previsible que la Uefa sancionara al Real Madrid y a los participantes en el mitin de Amsterdam. José Mourinho dio la nota y por su culpa han pagado Xabi Alonso y Sergio Ramos (éste se basta solo) y los cooperadores necesarios para que se consumara la conducta impropia, Iker Casillas y Dudek. Había antecedentes y la comisión disciplinaria europea se ha apoyado en ellos. Como a Juninho Pernambucano y Cris, a los autoexpulsados se les ha sancionado económicamente. A dichos jugadores del Olympique de Lyon, hace dos temporadas, se les castigó económicamente, pero no deportivamente.

Quien se ha llevado pena por un partido ha sido el entrenador, quien se ha aproximado a quienes han creado conflictos al club. Esta vez ha sido desde dentro, lo que afea más.

El correctivo impuesto por quienes controlan la disciplina en los torneos europeos ha sentado mal en el club, aunque se esperaba, y tengo para mí que las decisiones han tenido efecto balsámico para lo ocurrido el lunes en el Camp Nou. El castigo ha ocupado lugar en los medios informativos con lo que ha servido para disminuir al mal trago del Camp Nou. La resaca queda mitigada.

Sin embargo, para los socios bienpensantes, aquellos que creen en la teoría de que el Real Madrid debe dar ejemplo de señorío, Florentino Pérez al frente, José Mourinho no da la imagen que se pretende predicar en el club.

La penalización y la reacción anunciando recurso ante la UEFA permite difuminar el comportamiento de los jugadores en Barcelona. En el terreno de juego y, posteriormente, al no dar la cara ante los socios para justificar su pésima actuación.