Ciencia y Tecnología
Pacto por la innovación sanitaria por Juan ABARCA CIDÓN
El nuevo panorama sanitario al que nos enfrentamos los próximos años, debido al incremento del gasto sanitario, está poniendo al sistema sanitario público, en la mayor encrucijada de su historia. Por una parte, las administraciones, a corto plazo, tienen que disminuir los gastos dramáticamente para así mantener un nivel de prestaciones que al menos garantice el acceso en condiciones de igualdad a unos niveles básicos de atención sanitaria a toda la población y por otra, la innovación tecnológica avanza de manera imparable proporcionando permanentemente nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas que inciden de forma determinante en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes. El sistema sanitario público trata de redefinirse a sí mismo, pudiendo apenas sostener los niveles básicos que lo sustentan, acometiendo con dificultad la renovación de sus instalaciones y de su parque teconológico y entretanto ve pasar por delante una multitud de nuevas innovaciones a las que literalmente no tiene acceso porque no tiene capacidad financiera. De hecho, hoy, gran parte de las últimas novedades tecnológicas se encuentran en el sector sanitario privado – véase, por ejemplo donde están mayoritariamente las resonancias de alto campo, la radiocirugía o la cirugía robótica –. El sistema sanitario público está entrando en una época de grises en adquisición de innovación tecnológica , algo que no puede permitirse el sector sanitario privado, puesto que para desarrollarse y progresar adecuadamente, un elemento nuclear sigue siendo la mejora continua; lo que significa mantener un compromiso constante para que los usuarios, que pagan por su opción, encuentren una verdadera satisfacción a sus demandas a través de las últimas innovaciones tecnológicas. Este planteamiento puede ser malinterpretado por quien entiende que el sector sanitario público debe de ser el único garante del sistema sanitario, pero la realidad es que en unos años estas diferencias entre la tecnología del sector público y privado se van a hacer más patentes; por ello, el sector público y sobre todo aquellos que defienden la necesidad y la importancia del sistema sanitario público para nuestro Estado de Bienestar, deben ser conscientes de que hay que hacer un pacto por la innovación con el sector privado; un acuerdo que coordine básicamente que toda la población pueda tener acceso a la última tecnología, promoviendo así que la sanidad pública siga siendo la opción mayoritaria elegida. Si no, se verá abocada por la ceguera y soberbia de unos pocos, a quedar claramente en desventaja, como ha pasado con otros sectores sociales. Es mi deseo sincero que el sistema y el equilibrio entre el sector público y privado siga existiendo tal y como está en el momento actual para preservar los máximos derechos de los ciudadanos. Pero para esto es imprescindible que las administraciones, de manera rotunda y definitiva, cuenten con el sector sanitario privado para la planificación de sus recursos. De no ser así, la sanidad privada seguirá creciendo, invirtiendo y actualizándose como viene haciendo hasta el momento, y la sanidad pública se irá progresivamente empequeñeciendo hasta que realmente y de forma mayoritaria sea la opción elegida, pero tan sólo por defecto.
Juan Abarca Cidón. Medico y Abogado. Secretario general IDIS
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