Un país programado para estallar

Un ex dirigente del PP decía, convencido, que los socialistas se lo habían dejado todo preparado -en 1996- para que no pudieran aguantar más de seis meses en el Gobierno. En aquel año estaba quebrada la Seguridad Social, columna vertebral del Estado de Bienestar; no había dinero en caja para pagar las pensiones y España como país no tenía ninguna posibilidad de entrar a formar parte de la puesta en marcha de la moneda única. Aquel Ejecutivo se puso a trabajar y, en 1999, las cuentas estaban saneadas y España fue socio fundador del euro. Desde entonces hasta 2011 siempre ha habido superávit en la SS, pero este año, de nuevo, los socialistas la han entregado con déficit. Hoy, España se juega la estabilidad del euro y mantenerse en la primera velocidad, pero el PSOE ha vuelto a dejar una España arruinada social y económicamente, con más de cinco millones de parados, de los que un millón y medio no tienen dinero ni para empezar el mes. Pese a que hasta el último minuto la ex ministra Salgado aseguraba que, incluido el déficit autonómico, no llegaría al 7% de déficit. El PSOE culpa a las comunidades autónomas gobernadas por el PP, cuando los planes financieros de reequilibrio de todas las autonomías estuvieron apoyados por quien gobernaba, el PSOE. Así pues, las duras medidas puestas en marcha por el Gabinete Rajoy el 30 de diciembre y las sucesivas hasta la aprobación el 30 de marzo de los Presupuestos Generales del Estado no son sino consecuencia de la herencia recibida, y los socialistas sabían que no quedaría otro remedio que adoptar medidas excepcionales para salir de la crisis. Por eso, algunos dirigentes de este partido afirman que el PP no aguantará más de dos años y es que quizás lo hayan dejado todo preparado para que el estallido social provocado por la impopularidad de las reformas obligue al PP a adelantar elecciones. Pero el diseñador de esa estrategia maquiavélica, en caso de que haya existido, no ha tenido en cuenta la capacidad y la tenacidad del PP ni el deseo de los españoles, conocedores de que superar la situación social y económica que dejan al irse los gobiernos socialistas nos cuesta sangre, sudor y lágrimas.