Bruselas

ET en Bruselas

La Razón
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Parece como si el extraterrestre ET hubiese aterrizado en Bruselas. Me refiero al comisario de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, que el viernes pasado estuvo en Madrid para entrevistarse con representantes de las organizaciones agrarias, cooperativas y del Ministerio. Ni corto, ni perezoso, Ciolos dijo que las obligaciones que impone el llamado «reverdecimiento» de la PAC, una de las medidas más polémicas incluidas en sus propuestas, son prácticas sencillas de aplicar.
Puede que en su país de origen, Rumania, y en otros Estados miembros, sea así. Sin embargo, en España las actuaciones que él y su equipo plantean son, en muchos casos, imposibles de llevar a la práctica, por ejemplo en los cultivos leñosos. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, tiene la obligación de bajar al comisario de la estratosfera en la que se encuentra, a la realidad terrenal, por lo menos a la del campo español.
Por cierto que Ciolos afronta la negociación para reformar la PAC en unas condiciones internas muy complicadas. A las dudas sobre su peso político en la Comisión Europea hay que sumar su falta de entendimiento, por decirlo suavemente, con su número dos, el director general de Agricultura, el español José Manuel Silva, una persona que mantiene una buena relación con el presidente de la Comisión, el portugués Durao Barroso. Ya es un secreto a voces en los pasillos comunitarios que ni Ciolos ni Silva se tragan. Este último no oculta en privado, eso sí, sus críticas a su jefe más directo. Así están las cosas en Bruselas, mientras Arias ha invitado al máximo responsable de la PAC a volver a España, para ver los olivares de Jaén y preguntarle cómo se aplica el reverdecimiento en ellos.