Teatro

Artistas

CRÍTICA: «La fiesta de los jueces» De buena ley

A partir de «El cántaro roto», de H. Von Kleist. Versión y dir.: E. Caballero. Reparto: S. Ramos, J. C. Talavera, J. Martín, S. Espigado, K. Garantivá... Escenografía: C. A. Wilmer. T. del Canal. Madrid, 1-IX-2010.

La Razón
La RazónLa Razón

En «La fiesta de los jueces» hay dos planos diferenciados, y aunque ninguno brilla en solitario, juntos componen un espectáculo divertido, reflexivo y muy oportuno, que sabe reírse de esa tortuga institucional que es la Justicia. En el primer plano, asistimos a un acto de inauguración del año judicial en la España de hoy, con ocho altos magistrados que se arrojan toda clase de dardos –para los anales, la propuesta de «esponsorizar» los juicios–. En presencia de diversas autoridades, interpretan una obra de teatro: la trama de «El cántaro roto» es el segundo plano. El primero podría conformar un buen guión de algún «late show»; el segundo, un buen clásico algo apolillado. Pero juntos, y gracias a Ernesto Caballero, el cocktail alegra la noche con ingenio. Santiago Ramos está muy Santiago Ramos como el farfullante juez Adán, todo un «bad lieutenant» marbellí. En general, el reparto de Teatro El Cruce funciona con agilidad, desde la jueza socarrona de Silvia Espigado a los campesinos de Paco Torres y Jorge Mayor. Lo mejor: el inspector de Juan Carlos Talavera, un actor que siempre sorprende.