Buenos Aires

Abrasados en 10 metros de celda

El hacinamiento y la precariedad de las condiciones son las principales causas de «la mayor tragedia carcelaria ocurrida en Chile» en los últimos cien años. Un vídeo difundido ayer que detalla cómo era la vida en el penal de San Miguel, donde murieron 81 presos tras un incendio en uno de los pisos, hace pensar en las imágenes como la crónica de una tragedia anunciada. Hasta el propio presidente chileno, Sebastián Piñera, tuvo que salir de nuevo a la palestra para hablar de «vergüenza nacional».

Un recluso saluda en las celdas cercanas al lugar donde murieron 81 presos entre carteles de protesta por la situación del presidio
Un recluso saluda en las celdas cercanas al lugar donde murieron 81 presos entre carteles de protesta por la situación del presidiolarazon

Más de 120 presos se encontraban hacinados en una sola estancia de 10 por 10 metros, distribuidos según su jerarquía criminal. Unos 60 reclusos, de las 81 víctimas, murieron calcinados entre esos barrotes. Los internos dormían en camas apiladas de a tres y en las que apenas tenían espacio para moverse; además, en la filmación se ven objetos cortantes desperdigados por la celda.

Entre otras cuestiones llamativas, está la combinación de goteras y humedades con instalaciones eléctricas al descubierto. En el sector en que aparentemente deberían estar las duchas, el agua gotea constantemente.

La tragedia, que obligó a evacuar a 200 presos, comenzó por una pelea entre internos rivales en el cuarto piso de una torre y el fuego tardó tres minutos en expandirse. La presencia de seis guardias –para vigilar a 1.960 reclusos– dificultó su evacuación.

El presidente Piñera encabezaba ayer una ceremonia en el Palacio La Moneda, desde donde volvía a dirigirse a la Nación. «Espero que aprendamos la lección y que aceleremos el ritmo para una profunda reforma de nuestro sistema penitenciario», afirmó.

La sobrepoblación en las cárceles chilenas alcanza el 55% y 23 de los 101 presidios acogen al doble de reclusos para los que fueron construidos, según un informe presentado precisamente ayer en Santiago. En Chile existen 56.000 personas presas en un país cuyos penales sólo tienen capacidad para albergar a 31.000 presos.

 Según el informe, Chile es el segundo país de la región con más población carcelaria por habitantes después de EE UU y el hacinamiento en algunos centros penitenciarios alcanza el 300%.