Secuestro de periodistas

El secuestrado que «regateó» por su libertad

El político mexicano y ex aspirante presidencial Diego Fernández de Cevallos, liberado esta semana tras un largo secuestro, negoció con sus captores el monto del rescate que pagó su familia y que ascendió a 30 millones de dólares, revela ayer el diario Milenio.

Diego Fernández de Cevallos, tras ser liberado por sus captores
Diego Fernández de Cevallos, tras ser liberado por sus captoreslarazon

Según esa información, inicialmente los secuestradores habían pedido 100 millones de dólares pero el ex senador del Partido Acción Nacional (PAN) logró rebajar la cifra hasta 30 millones, que pagaron su hijo y el abogado Antonio Lozano Gracia el 10 de diciembre pasado. La operación se realizó en un punto ubicado entre el Distrito Federal y Toluca, capital del Estado de México.

El diario revela que «las negociaciones con quienes le mantuvieron secuestrado siete meses y seis días, desde el primer momento, las encabezó» el propio secuestrado. Cinco mensajes de correo electrónico fueron intercambiados entre los secuestradores y la familia y amigos del político, quien detallaba «dónde conseguir dinero y, de ser necesario, hacer gestiones ante el mismísimo presidente (de México) Felipe Calderón para que el Gobierno federal pagara lo que adeudaba a su despacho por alguno de los muchos litigios exitosos que ganó como abogado».

Según el diario, en uno de los correos, Fernández de Cevallos incluso escribió una carta dirigida a personajes prominentes del mundo de la política, la sociedad y los negocios de México, en busca de apoyo, pero éstas nunca fueron entregadas porque su hijo Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez ya había conseguido reunir el monto del rescate.

El político, quien reapareció ante los medios el 20 de diciembre tras ser liberado y reunirse con su familia, no ha ofrecido hasta ahora detalles de su secuestro.

La retención de Cevallos, que comenzó el 14 de mayo en un rancho propiedad del político en la ciudad de Querétaro, en el centro de México, conmocionó a la sociedad mexicana desde el principio, debido a la prominencia del personaje que había sido privado de su libertad y a su protagonismo en la esfera pública mexicana en los últimos años.