África

Nueva York

La violencia mantiene en la pobreza a 1500 millones de personas

Unos 1.500 millones de personas viven en países afectados por ciclos de violencia política y delictiva que les impiden alcanzar el nivel de desarrollo necesario para conseguir seguridad alimentaria y económica, según un informe publicado este lunes por el Banco Mundial.

"Si queremos acabar con los ciclos de violencia y disminuir las causas que los provocan, los países deben desarrollar instituciones nacionales más legítimas, responsables y capaces que proporcionen seguridad, justicia y empleo a los ciudadanos", explicó el director del Banco Mundial, Robert Zoellick.

"Los niños que viven en países frágiles tienen el doble de posibilidades de sufrir malnutrición, y tres veces más de no acudir al colegio", aseguró el director del BM, que añadió que la extensión de la violencia a otros países debilita el desarrollo de regiones enteras.

En el informe se señalan múltiples causas para la violencia, como el desempleo juvenil, perturbaciones externas, tensiones entre etnias, religiones o grupos sociales y redes de narcotráfico. Una encuesta llevada a cabo por el BM refleja que la mayoría de las personas que se han unido a bandas o grupos rebeldes se encontraban sin trabajo.

"El riesgo de violencia es mayor cuando a estas causas se le une la falta de capacidad o de legitimidad de las instituciones nacionales, como se ha comprobado en las protestas de Oriente Próximo y el norte de Africa", explica el documento.

Décadas de conflictos bélicos
El BM asegura que más del 90 por ciento de las guerras civiles en la década de 2000 han ocurrido en países que ya tuvieron este tipo de enfrentamientos en los anteriores 30 años. Además, los intentos de acabar con una guerra civil suelen ser infructuosos ante la presencia de altos niveles de crimen organizado.

El vicepresidente del BM, Justin Lin, indicó que "mientras que muchas partes del mundo han realizado rápidos progresos a la hora de reducir la pobreza en los últimos 60 años, las zonas que sufren inestabilidad política y violencia criminal se están quedando atrás y se enfrentan al estancamiento, tanto en desarrollo económico como en los indicadores de desarrollo humano".

Según el documento, para acabar con los ciclos de violencia, es necesario mejorar la capacidad y la legitimidad de las instituciones nacionales, que promuevan coaliciones políticas que estén comprometidas con el cambio. El informe asegura que las reformas llevan tiempo, aunque siempre deben basarse en la mejora de la seguridad, la justicia y el trabajo de los ciudadanos.

El documento recoge varias opciones para intentar restablecer la confianza de la población con respecto a las autoridades, como la transparencia total en las reformas, presupuestos especiales para los desfavorecidos, nuevos nombramientos de cargos clave, el fin de las leyes discriminatorias, y la fijación de un calendario creíble para que se pongan en marcha las nuevas medidas.

Empleo y justicia

Además, las institucionales nacionales deben apoyar las medidas de las comunidades para crear empleo, ofrecer servicios y proporcionar justicia a la población, así como hacer que las mujeres participen en las reformas y acabar con la corrupción para demostrar que las nuevas iniciativas están bien dirigidas.

Sarah Cliffe, codirectora del informe, aseguró que "los líderes nacionales deben dar mejores respuestas a las peticiones de la población sobre justicia y empleo, desde el norte de Africa a Costa de Marfil o Haití".

El informe señala que la comunidad internacional debe mostrar su apoyo a estos países para crear "un buen sistema judicial"y "fuerzas policiales bien gobernadas". Además, los estados deben disminuir el impacto en algunos países frágiles que sufren corrupción internacional, tráfico de productos e inseguridad alimentaria.

Nigel Roberts, el otro codirector, explicó que "el informe recoge los análisis de los investigadores y la experiencia de los políticos de los países desarrollados, de Naciones Unidas y de instituciones regionales". "La prioridad ahora es convertir estas conclusiones en políticas y programas prácticos", añadió.