«El 90 por ciento de nuestra venta está en juego»

Madrid - La noticia fue un mazazo para el sector de la lotería. El presidente del Gobierno anunció ayer en el Congreso de los diputados la privatización, en parte, de Loterías y Apuestas del Estado. La iniciativa no tardó en tener respuesta en la calle. La Razón estuvo ayer en la Puerta del Sol dónde estos días se agolpan los vendedores de décimos para el sorteo de Navidad. De éstos, la mayoría acogió con recelo el anuncio de Zapatero. Se quejan de no haber recibido suficiente información y creen que la medida puede perjudicarles en el mes en que este gremio hace su agosto.

Este es, por ejemplo, el caso de Paloma de Marco, administradora de la de la lotería de «Los Gordos» situada en el número 12 del corazón de la capital. A ella el acontecimiento no la ha pillado por sorpresa y espera que la privatización no sea inmediata y les de un poco de tregua durante la campaña navideña. La razones de la lotera son obvias. Sabían que tarde o temprano se iba a producir esta noticia pero, al no poderse aplicar hasta el año que viene, tenían sus esperanzas puestas en que el comunicado no se produjese durante unas fechas tan señaladas.

Confusión para los clientes
«Esto supone crear confusión en la población», comentó Paloma que considera que la notificación no está lo suficientemente bien explicada por parte del presidente del Gobierno y esto provoca que la gente confunda el significado de la palabra privatización creyendo que el Estado va a dejar de respaldar la lotería cuando esto, asegura, «no va a ser así». «La gente no entiende lo que es separar el regulador del operador sino se le explica detalladamente en que consisten estas acciones», explicó la lotera para quien la privatización era sólo una cuestión de tiempo.

Ahora los loteros se plantean la necesidad de que esta nueva medida quede suficientemente clara entre su clientela. Se muestran desconfiados ante un posible cambio en sus condiciones de trabajo cuando se pueda sacar un mayor rendimiento de este sector con su futura regulación por parte de empresas privadas.

Paloma admite que «la calidad del servicio está en peligro» y que el miedo real es que existe un gran desconocimiento por parte del sector sobre las nuevas empresas que van a salir de la nada. No saben como van a reaccionar ni lo que se les va a exigir ya que, creen, las empresas privadas pueden dar un peor servicio para reducir costes.

«Actualmente, y por las fechas en las que nos encontramos –subraya Paloma– muchas empresas de lotería se están jugando el 90 por ciento de su venta». Para ella esta noticia es como «si anuncian a un trabajador de la patata en época de mayor cosecha que exíste una epidemia muy fuerte pero sin especificar claramente en que consiste provocando de esta manera el correspondiente desconcierto». La indignación es evidente en el sector, sobre todo porque no entienden que, teniendo en cuenta que hasta el mes de marzo de 2011 no se podrá hacer realidad esta nueva normativa, se haya elegido este día para emitir dicho comunicado.
Mientras la incertidumbre reina entre los loteros, numerosos clientes hacían ayer cola en las administraciones de Sol para jugar su suerte con un décimo de la lotería de Navidad.