Comunidad de Madrid
Los «otros Peras»
Los delitos cometidos por menores bajaron en 2011 un 7%. Agresiones y robos con violencia, lo más común. Madrid tiene el índice de inserción más alto de España: el 90% de los jóvenes no vuelve a delinquir
MADRID- Aunque es un problema enquistado en la sociedad desde hace muchos años, los datos de menores delincuentes son cada vez un poco más alentadores, al menos en la Comunidad de Madrid. A la espera de datos definitivos, los delitos cometidos por menores el año pasado descendieron un 7 por ciento con respecto a 2010 pero las faltas han aumentado: hasta un 15 por ciento, según fuentes de la Fiscalía de Madrid. De esta forma continúa la tendencia a la baja de los últimos años, ya que en 2010 los delitos descendieron un 9 por ciento, aunque las faltas crecieron de forma alarmante (un 178 por ciento).
A pesar de lo positivo del dato, sigue habiendo muchos chavales que delinquen y, por tanto, que cumplen condenas impuestas por un juez de menores. En la región se ejecutaron el año pasado 5.008 medidas judiciales, de las cuales 685 fueron medidas extrajudiciales (acuerdos antes de la celebración de juicio), 3.397 en régimen medio abierto (que duermen en un centro de menores o van a los talleres que se imparten en ellos), y 926 en internamiento. Es decir, que cerca de un millar de jóvenes no salen de los centros de menores de la Comunidad.
Este aislamiento y los problemas que arrastran hace complicado que, en muchas ocasiones, sientan empatía con las personas que les imparten las charlas. Por eso, la Consejería de Presidencia y Justicia –que controla la Agencia para la Reeducación y la Reinserción del Menor Infractor (ARRMI)– ha decidido buscar a alguien con quien los chavales se sientan identificados para hacerles ver que cualquiera puede salir de su situación y, sobre todo, para recalcarles la importancia de no reincidir. El elegido no podía ser otro que Juan Carlos Delgado, aunque quizás sin escuchar su apodo este nombre no les suene de nada. Se trata de «El Pera», el mítico delincuente de los años 70 que con tan solo siete años ya se dedicaba a robar coches en Getafe y con once ya acumulaba más de un centenar de detenciones. Ayer, acompañado por la consejera de Presidencia y Justicia, Regina Otaola, y del Defensor del Menor de la Comunidad, Arturo Canalda, impartió la primera de las doce charlas que dará en los centros de menores madrileños. Los primeros en escuchar a este experto de la delincuencia callejera fueron los chicos del centro «El Lavadero».
Mito viviente
«El Pera» aseguró que, pese a que ahora es «una persona normal, de niño era un problema para la sociedad». Por eso cree que tiene «una deuda» que quiere saldar «aportando su granito de arena con los chicos». Consideró que para los jóvenes él deber ser algo así como «un mito viviente» y cree que sus charlas pueden aportarle mucho. Porque en la región aún sigue habiendo muchos «peras». Ayer mismo, la Policía Local de Torrejón de Ardoz informó de que el pasado martes detuvieron a dos individuos, uno menor de edad y otro de 18 años, a los pocos minutos de cometer un robo en una joyería de la calle Los Curas de la localidad.
Por eso, la Consejería de Presidencia y Justicia sigue trabajando para mejorar las condiciones de estos centros de menores, que cada vez más se especializan en tipos de problemáticas. En el centro «El Laurel» –por el que en 2011 pasaron 92 menores, 13 menos que en 2010– hay programas específicos de intervención por maltrato familiar ascendente (cuando son los hijos quienes pegan a sus padres). En el centro «El Pinar», por ejemplo por el que en 2011 pasaron 62 chavales, tienen programas de atención a drogodependientes, y en el centro «Teresa de Calcuta» se dedican de forma más exahustiva a los chicos con algún problema de salud mental.
Pero la prueba más palpable de que la reinserción es posible es que el año pasado 209 menores infractores consiguieron un empleo gracias a los cursos de reinserción. Además, la Comunidad tiene el índice de reinserción más alto de España: el 90 por ciento de los jóvenes no vuelven a reincidir, según recordó Plañiol.
«El Pera», del cine a la educación
«El Pera» es el mote de Juan Carlos Delgado, uno de los ex delincuentes más peculiares de nuestro país. Con 7 años, pertenecía a una banda de jóvenes en Getafe que se dedicaba a robar coches. Él era quien conducía cuando les perseguía la Policía. Poco a poco se fue convirtiendo en el líder de la banda, pese a ser el menor de todos. Con sólo 11 años ya acumulaba 150 detenciones, pero logró escaparse de todos los reformatorios en los que estuvo. Hasta que un día una asistente social le ofreció a su madre la posibilidad de internarlo en la Ciudad Escuela de los Muchachos. Según «El Pera», el director del centro, conocido como el «Tío Alberto», le salvó la vida. Actualmente, se dedica a su pasión de toda la vida: el automovilismo. Es piloto probador de coches, colabora con diferentes medios de automovilismo y da clases de conducción evasiva a la Guardia Civil.
El detalle
Ley del menor
Desde el triste fracaso de reinserción sufrido con «El Rafita», la reforma de la Ley del Menor ha sido un tema recurrente. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció que reformará la ley actual y castigará más la reincidencia. Para Plañiol, la reforma requiere «reflexión».
✕
Accede a tu cuenta para comentar