Villalcázar de Sirga lugar de fama y devoción por el Camino de Santiago

Valladolid- Apenas cuenta con 200 habitantes y se encuentra a unos cuarenta kilómetros de la capital palentina. Sería uno más de esos pueblos olvidados que tantos existen en Castilla y León, pero cuenta con un auténtico tesoro, la Iglesia de Santa María la Blanca, un templo fortaleza construido por los templarios a finales del siglo XII. No estaba en los orígenes, en la ruta del Camino Francés del Camino de Santiago, pero éste tuvo que hacer una pequeña desviación en la ruta para aproximarse a este lugar de tanta fama y devoción.Es por ello, que el alcalde de la localidad, Moisés Payo, se muestra orgulloso de este tesoro y que es una auténtico «revulsivo» para mantener la llama de los peregrinos que caminan por estas tierras mesetarias. «Tiene una arquitectura espectacular, con importantes tesoros en su interior como su retablo mayor o los sepulcros».Este año, la Junta ha elegido a esta iglesia como uno de los «Hitos del Camino» por lo que los visitantes pueden disfrutar de un montaje de iluminación y proyección multimedia en el interior del templo, basado en la sincronización de luz y color, donde se dibuja la arquitectura de las bóvedas y los arcos.Además, el pasado 16 de julio, Santa María la Blanca acogía un concierto del coro «Accentus» enmarcada dentro del festival «El Camino de las Naciones». Y el próximo jueves 29 de julio será testigo de la actuación musical «Itinerario Jacobeo y Celta» de Mar de Campos.Pero no sólo de hitos culturales vive este pueblo, sino también gastronómicos omo bien comenta Moisés Payo, que recomienda el «Mesón de Villasirga» que ocupa una antigua posada de peregrinos y tiene un menú económico con ese mismo nombre. Además se puede degustar la rica y variada comida castellana. Payo destaca que la localidad, pese a ser pequeña, está «muy bien dotada turísticamante», al contar con dos casas rurales y otras dos casas hostales. Y es por eso, que no duda en afirmar que el «Camino de Santiago» dinamiza al pueblo y que eso le da un punto de ventaja sobre otros pueblos a alrededor que están un poco abandonados.También el tema de la crisis en los pequeños ayuntamientos sale a colación. Moisés Payo lo tiene claro. «Un pueblo tan pequeño como el nuestro siempre está en crisis». Eso sí, señala que se nota la reducción de ayudas y que a veces hay que hacer verdaderos milagros para cubrir las necesidades presupuestarias. No obstante, se congratula del apoyo de la Junta y del Gobierno con el Plan E que ha permitido la limpieza de la localidad y de las zonas verdes y se han mejorado los servicios público, con la construcción de un parque para los más mayores.