Murcia
Fallece Alfonso Escámez el gran impulsor de la banca española
El hombre que culminó la modernización de la banca española, un banquero que se hizo a sí mismo, murió ayer.
El que fuera presidente del Banco central, Alfonso Escámez, Marqués de Águilas, murió ayer en su domicilio familiar de Madrid, según informó ayer su secretaria. Los restos mortales del ex banquero fueron trasladaos anoche al Tanatorio de La Paz, cercano a la localidad madrileña de Tres Cantos, donde quedó instalado el velatorio. Mañana será trasladado a Águilas (Murcia), su localidad natal, donde será enterrado en el pabellón familiar. Alfonso Escámez comenzó a trabajar de botones con doce años en el Banco Internacional de Comercio de su ciudad, que en 1943 fue absorbido por el Banco Central, entidad en la que desarrolló toda su carrera profesional desde el último escalafón hasta alcanzar la presidencia. ExpansiónEn noviembre de 1973 fue elegido presidente del Banco Central y bajo su presidencia logró situar a la entidad como primer grupo financiero del país, que consiguió por primera vez con la adquisición del Banco Ibérico. En la década de los 60 fue el impulsor de la expansión internacional del grupo, con la adquisición de las primeras filiales hispanoamericanas y estadounidenses, así como de la cotización de las acciones del Central en la Bolsa de Nueva York. También potenció el grupo industrial del banco, con especial atención a la empresa petroquímica CEPSA, de la que fue nombrado presidente en 1984, y por aquel entonces estaba considerado como el hombre que mejor compraba petróleo de España. Pulso con «Los Albertos»Al frente del Central tuvo que acometer la reestructuración del sector bancario de mediados de los 80 y el fallido proceso de fusión con el Banesto, que se inició en mayo de 1988. Además, mantuvo un pulso con "Los Albertos"(Alberto Cortina y su primo Alberto Alcocer), dueños de un 12 por ciento del Central, pues se oponía a los planes de éstos para aumentar su control hasta un 30 por ciento. El 7 de mayo de 1990 firmó un acuerdo para comprar el Central dicha participación a las hermanas Koplowitz, tras los respectivos divorcios con «los Albertos». El 14 de mayo de 1991 firmó con José María Amusátegui, presidente del Banco Hispanoamericano, el protocolo de fusión de ambas entidades, que concluyó el 27 de diciembre de ese mismo año con la constitución del Banco Central Hispanoamericano (BCH), del que fue elegido presidente hasta diciembre de 1992, cuando debería ser sustituido por Amusátegui. Sin embargo, el 24 de septiembre de 1992 informó de que dejaría la presidencia del BCH el 29 de octubre, como así hizo. Tras dejar la presidencia del BCH, el 11 de noviembre de 1993 fue nombrado presidente de honor de la entidad y del patronato de la Fundación Central Hispano. En julio de 1994 fue inculpado por el primer juez instructor del caso «Filesa», en relación con la presunta financiación ilegal del Partido Socialista Obrero Español, cargos de los que fue exculpado el 22 de diciembre de 1995 por el juez Enrique Bacigalupo, aunque el 23 de septiembre de 1997 tuvo que declarar sobre este mismo asunto. El 20 de diciembre de 1996 el Tribunal Supremo decidió dejar fuera de la imputación en el caso «Filesa» a los representantes de la banca y las finanzas, por considerar prescrito el presunto delito cometido de falsedad en documento mercantil. También fue objeto de una atentado de ETA el 27 de junio de 1995 cuando explotó en una oficina de Correos una carta bomba dirigida a él por la banda terrorista, que causó heridas al cartero que la manipulaba cuando procedía a su devolución.
Artífice de la fusión con el HispanoAlfonso Escámez fue artífice del matrimonio del Banco Central con el Hispano. En mayo del año 1991 firmó con José María Amusátegui, presidente del Banco Hispanoamericano, el protocolo de fusión de ambas entidades, que concluyó el 27 de diciembre de ese mismo año con la constitución del Banco Central Hispanoamericano (BCH), del que fue elegido presidente hasta diciembre de 1992, fecha en la que debería ser sustituido por Amusátegui. Sin embargo, dos meses antes del relevo, abandonó el despacho de la entidad financiera fusionada. Un año después, Escámez asumió las riendas de la Presidencia de honor de la entidad y del patronato de la Fundación Central Hispano.Por otra parte, en febrero de 1991, el Gobierno le nombró presidente del Consejo Social de la Universidad Complutense, cargo para el que fue reelegido en otras dos ocasiones y que dejó a petición propia el 14 de junio de 2001.
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