Sevilla

Colapso de tráfico en Sevilla al paso del «huracán» Astilleros

Los trabajadores cortaron arterias principales de la capital

La Razón
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SEVILLA- Contenedores volcados, calles cortadas y un kilómetrico atasco de tráfico que se extendió más de una hora. Ésas fueron las consecuencias de la primera protesta «sorpresa» protagonizada ayer por la plantilla de Astilleros. Unos doscientos afectados marcharon hasta el Palacio de San Telmo de la capital hispalense, donde pretendían encadenarse. La Policía intervino sobre las 10:30 horas para impedirlo, cortando incluso las cadenas. Fracasado el primer intento, los trabajadores se concentraron en el Paseo de Colón durante más de una hora, colapsando el tráfico. Después, se dirigieron en manifestación hacia la avenida de República Argentina, que sufrió las consecuencias de la acción fallida: los trabajadores se cebaron con los contenedores de basura, dejando la calle minada. Peatones y coches tuvieron que esquivarlos hasta que la Policía acordonó la zona para que Lipasam reinstaurara el orden. La protesta concluyó frente a la Delegación de Empleo con la promesa por parte del comité de empresa de volver. «La pelea es que Astilleros no se cierre», señalaron a Europa Press, aunque habrá tregua hasta el 29-S. Cuando concluya la jornada de huelga general, los trabajadores volverán a echarse a la calle. Será al día siguiente, cuando la banda irlandesa U2 celebrará su primer concierto en Sevilla.
La Junta, «siempre optimista»
Por su parte, el consejero de Empleo, Manuel Recio, se mostró «optimista» sobre el futuro de Astilleros y aseguró que la Junta «seguirá trabajando codo con codo y sin mirar para otro lado» en la búsqueda de soluciones para la factoría sevillana. Recio puntualizó que el Gobierno andaluz «viene trabajando duramente y desde hace meses en la solución de los problemas con los diversos actores de este proceso, esto, es la naviera, el Gobierno y Pymar». «Trabajamos codo con codo y sin mirar a otro lado, estamos involucrados plenamente en nuestra labor y así vamos a seguir», aseveró el consejero, quien reconoció que en cualquier proceso de negociación «siempre hay algún momento tenso».
No obstante, consideró que «un consejero de Empleo siempre debe ser optimista y mientras hay posibilidades de solución, hay esperanza y aquí hay posibilidades». Los propietarios, entretanto, se mantienen firmes en su intención de acudir al concurso voluntario de acreedores para disolver la sociedad.