Pacto educativo: la gran oportunidad perdida

MADRID- La cerrazón del Gobierno por blindar el modelo educativo de la Logse y su negativa a recoger propuestas clave que proponía el PP han frustrado una demanda histórica de la comunidad educativa. Después de nueve meses de negociación y en un intento sin precedentes por sacar adelante el ansiado pacto, ayer se dio por finiquitada la intentona. No habrá pacto educativo, el principal encargo del presidente del Gobierno al ministro de Educación, Ángel Gabilondo.El «no» del PP lo formalizó su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y lo justificó en la negativa del Ejecutivo a «cambiar un modelo fracasado». De Cospedal compareció en rueda de prensa después de mantener por la mañana una mini reunión con el ministro Gabilondo. El PP, según explicó, no puede dar su apoyo, con el nombre de pacto de Estado, a reformas parciales que son «más de lo mismo», aunque sí está dispuesto a apoyar puntualmente en el Congreso aquellas propuestas que le parezcan razonables, igual que está haciendo en materia económica.

«Es un blindaje»El principal «pero» es que la propuesta del Ejecutivo no sienta las bases de un modelo de educación como elemento vertebrador que garantice la educación en castellano, un tronco común de asignaturas y un cuerpo nacional docente. «En el documento no apreciamos actitud de cambio ni vocación reformadora, sino un auténtico blindaje del modelo educativo actual», sentenció la «número dos» del PP. En sus alegaciones para justificar el «no», también insistió en que España «no se puede permitir» la continuidad del modelo actual, que es el mismo «desde hace 20 años, el modelo Logse, que nos ha llevado al fracaso escolar». Ya por la tarde, el ministro de educación no podía ocultar su decepción.«Al no estar el PP, cambia el escenario, pero no estamos solos, contamos con un amplio consenso de la comunidad educativa». Así que Gabilondo ayer anunció que el Ministerio intentará llevar adelante los 12 objetivos de la década en materia de enseñanza que quedaron reflejados en el documento final que presentó a la comunidad educativa y a los partidos políticos. Claro que «nos va a costar más llevarlos adelante». También admitió que, sin el concurso del PP, el Gobierno no está en condiciones de garantizar la estabilidad normativa que se pretendía alcanzar cuando se decidió plantear un pacto en esta materia trascendental.Incluso anunció que «se reorientará el presupuesto del Ministerio» para que los 12 objetivos que se fijaron tras un intento por consensuar las propuestas de 121 instituciones educativas (cuantificados en 1.570 millones) puedan hacerse efectivos.Gabilondo arremetió contra el PP por los argumentos que ofreció para negarse a firmar el pacto porque cree que «le falta realismo». «Respetamos sus motivos, pero no los encontramos en ningún diagnóstico educativo», dijo. El ministro cree que, en realidad, en el PP había voluntad de encontrar el acuerdo, «pero la voluntad política es voluble, veleidosa y coyuntural». Incluso detalló que se había reunido con el PP hasta en diez ocasiones y tres de ellas con la secretaria general, pero «hemos llegado hasta donde el consenso nos permitía llegar». Pese a todo, el ministro quiso ver el fracaso en positivo. «El esfuerzo ha merecido la pena porque el pacto no era un fin en sí mismo, sino la vía más rápida para mejorar el sistema educativo». En su favor la comunidad educativa reconocía ayer que ha sido el primer intento serio de abordar un pacto en el que se ha tratado de dar voz a toda la comunidad educativa y a los partidos. Gabilondo no descartó que se vayan a hacer modificaciones en la Ley Orgánica de Educación, pero «ahora analizaremos quiénes somos para ver qué hacemos», dijo con desánimo. De momento, convocará «inmediatamente» la conferencia sectorial de educación, la de universidades y las mesas con los agentes educativos.