Comunidad de Madrid
Los españoles apuraron el último cigarrillo
Las dudas sobre la nueva ley y el miedo a las multas centraron la víspera de la entrada en vigor de la norma.
A falta de otro recuerdo más agradable, la Nochevieja de 2010 será recordada como la última en la que los españoles pudieron «echarse» un pitillo con total impunidad legal. Desde un bar de barrio hasta la macrofiesta más multitudinaria, el humo del último cigarrillo sobrevolaba el ambiente de cada local de la Península. Fue uno de los temas estrella de la noche. ¿La sensación? Resignación entre los fumadores y un gran alivio entre los enemigos de la nicotina, aunque los más solidarios les prestaban su apoyo moral. Eso sí, unos y otros no ocultaban la incertidumbre. ¿De verdad se acabó el fumar en los bares?
Hoy entra en vigor la Ley Antitabaco, aprobada en el Congreso de los Diputados el pasado 21 de diciembre, que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados, además de algunos al aire libre. Y durante el día de ayer, los españoles apuraron el último cigarrillo sin pasar frío. Con todo, más de un cliente optó por adelantarse a la norma y salir a la calle entre caña y caña. Algunos, ante la duda de si era ayer u hoy cuando comenzaba la prohibición. Otros, para irse aclimatando ante el nuevo panorama. Y eso sólo en lo que respecta a los espacios cerrados: muchos padres fumaban ayer despreocupados en los mismos parques infantiles que hoy han pasado a ser espacios libres de humo. Curiosamente, será más fácil comprar que fumar: el canal de venta se ha ampliado, lo que posibilita que puedan adquirirse cajetillas en gasolineras y aeropuertos.
Uno de cada cuatro
Hay que tener en cuenta que, según la Encuesta Europea de Salud en España, realizada entre el INE y el Ministerio de Sanidad, el 26,2 por ciento de los españoles fuma a diario, mientras que sólo el 3,7 es fumador ocasional. La media se eleva a más del 33 por ciento para aquellos con edades comprendidas entre los 25 y los 54 años. Entre la población que va de los 16 a los 24 años, el porcentaje es del 26,3.
Desde Noche Madrid, asociación de empresarios del ocio nocturno en la Comunidad de Madrid, calculan que hasta un 60 por ciento de su público potencial es fumador ocasional. «Va a ser necesario un cambio de mentalidad», afirman desde la asociación. Y es que los empresarios creen que «vamos a estar en manos de los clientes» en lo que al cumplimiento de la ley se refiere. De hecho, el mes de enero será clave, pues les servirá como termómetro del impacto de la ley.
Lo cierto es que, si bien los no fumadores agradecen las nuevas medidas, también es verdad que la tolerancia y el respeto por parte de unos y otros ha sido la tónica general. Así, tres de cada cuatro españoles –el 77,4 por ciento de los fumadores y el 75,8 de los no fumadores– se mostraban a favor de los habitáculos para fumar en los locales, según reflejaba una encuesta de Opinática.
Sin embargo, esta medida, que había sido refrendada por el Senado a petición de los hosteleros y el PP, fue rechazada por el Congreso de los Diputados.
Según este estudio, el apoyo a estos habitáculos no estaba ligado a ninguna ideología. Así, entre los votantes del PSOE, un 77,6 por ciento se mostraba a favor, mientras que el apoyo por parte de los simpatizantes del PP alcanzaba el 84,1 por ciento.
Pero, con los habitáculos ya desterrados, sólo queda el cumplimiento de la ley. Ni fumadores ni hosteleros podrán librarse de las multas, que oscilarán entre los 30 y los 600.000 euros.
Las infracciones leves se castigarán con multas de entre 30 y 600 euros, y se destinarán a personas que hayan sido sorprendidas fumando en lugares prohibidos por primera vez.
Las infracciones graves están pensadas para los «reincidentes» –en al menos tres ocasiones– y estarán penadas con multas de entre 601 y 10.000 euros.
Por último, las infracciones graves, que acarrean multas de entre 10.001 y 600.000 euros, incluirán las sanciones a aquellos empresarios en cuyas oficinas se fume.
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