Argentina
España sigue sin impedir la importación del biodiésel desleal
Mientras países como Francia, Bélgica o Portugal impiden la competencia desleal del biodiésel importado, en España la pasividad del Gobierno está desangrando al sector. La Secretaría de Estado de Energía mantiene paralizada desde hace dos meses la tramitación de la Orden contra las importaciones desleales que presentó en octubre de 2010, denunció el pasado miércoles la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Y eso, a pesar de que las fábricas llevan mucho tiempo prácticamente paradas, al no soportar la competencia desleal del biodiésel argentino e indonesio. De ahí, que el Ministerio presentara el proyecto de Orden que sigue tomando polvo en Industria.
«Si el Ministerio no desbloquea ya esta tramitación, el proyecto será inútil, porque cuando se apruebe, el sector habrá desaparecido en su práctica totalidad, dejando sepultada una inversión de casi 1.400 millones de euros y más de 6.000 puestos de trabajo», lamenta Roderic Miralles, presidente de APPA Biocarburantes.
Ventaja competitiva
La avalancha de biodiésel de Argentina e Indonesia (los principales productores mundiales de aceite de soja y palma) tiene su origen en el sistema de tasas diferenciales a la exportación que aplican. Así, Argentina grava la exportación de aceite de soja con una tasa del 32 por ciento, mientras que el biodiésel producido con soja sólo soporta una tarifa bruta del 20. Por su parte, Indonesia grava la exportación de aceite de palma con una tasa de 25 por ciento, mientras que el biodiésel producido con dicho aceite sólo sufre una imposición del 10. La aplicación de dichas tasas les sitúa en una posición de ventaja competitiva desleal respecto a los productores del resto del mundo, permitiéndoles incluso llegar en ocasiones a exportar biodiésel a un precio inferior al de venta en el resto de países de las materias primas que ellos utilizan.
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