La «broma» salió cara

El delegado de Economía señaló como especialmente grave el perjuicio causado al pequeño comercio madrileño, que ha hecho un esfuerzo muy importante para recuperarse en los días claves del año. «Para las grandes superficies los días anteriores a Reyes son más importantes, pero el pequeño comercio tiene estos días el mayor pico de actividad», destacó.

Del mismo modo, el presidente de CEIM y de la Cámara de Comercio, Arturo Fernández, señaló como «incalculables» las pérdidas para el empresariado madrileño en los sectores de la hostelería y el transporte. «Es la guinda que le faltaba al pastel. Las previsiones de pérdidas son enormes, aparte de lo que están viviendo y sufriendo los pasajeros desde ayer», añadió.
Igualmente, la Confederación de Comercio de Madrid (Cocem), consideró que los controladores aéreos han «reventado» comercialmente el fin de semana de la Constitución.

«El caos provocado por los controladores aéreos llega en el momento más inoportuno, coincidiendo con la gran crisis que estamos atravesando y en pleno Puente de la Inmaculada, fecha en la que Madrid recibe miles de turistas y los comercios tradicionalmente registramos buenas ventas», afirmó el presidente de Cocem, Hilario Alfaro.

Y es que tanto comerciantes como hoteleros han sido los principales perjudicados por los controladores. «Ellos quieren mejoras salariales, nosotros sólo que nos dejen trabajar», se lamentaba ayer el responsable de un hotel.