Héroes

No hay guerra, pero nos matan. Vamos en misión de paz, pero somos atacados. Es desesperante que sea donde España está ayudando pacíficamente a crear una Policía y otros instrumentos que garanticen la libertad y el respeto a los derechos humanos que en Afganistán son aún una quimera, donde más vidas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se hayan sacrificado. Casi un centenar de muertos ya. El que hayan caído, además de los nuestros, cientos de militares extranjeros, hace dudar de una intervención humanitaria. ¿Qué hacemos ante los ataques? Ahora también tendrían que pronunciarse quienes dijeron «no a la guerra». Porque muchas de las familias que vieron partir a sus seres queridos los han tenido que recibir en féretros. Eso sí, como héroes. Pero menos de un mes habría faltado para que volvieran sanos y salvos. Se juegan la vida en un lugar donde no existen mínimas garantías de paz, pero, al no considerarla una guerra, los sueldos no se corresponden con los riesgos que están corriendo. Los homenajes están muy bien, pero lo que realmente necesitan es respaldo y una justa consideración. Ojalá sirva de algo la admiración y el respeto que todos sentimos hacia estos héroes. Que llegue también nuestro cariño y solidaridad a todos los amigos y familiares de los que fueron asesinados por defendernos. Aunque hayan podido sentirlo, no están solos.