España no está para parar por Carmen Gurruchaga

En el año 2010, el actual presidente de la Junta de Andalucía aseguraba que secundar la huelga general a Zapatero suponía un atentado a la democracia y en cambio, ahora, PSOE e IU sí se suman a la convocada por CC OO y UGT para el próximo día 14. Estas dos centrales podrían entrar en el Guinness de los récords pues deben de ser las únicas del mundo mundial que han presentado dos huelgas generales en menos de un año a un Gobierno elegido democráticamente por mayoría absoluta. Además, en la fecha elegida Cataluña se halla en medio de una campaña electoral para las elecciones autonómicas, lo que no parece muy aceptable. Protestar para expresar el desacuerdo con determinadas políticas es algo totalmente legítimo, pero hacerlo de manera preventiva bordea la irresponsabilidad. La anterior convocatoria tuvo como excusa la reforma laboral y la del 14 de noviembre los «retrógrados y antisociales» Presupuestos Generales del Estado presentados por Montoro hace unos días. Unas cuentas que recortan todas las partidas posibles, salvo en prestaciones por desempleo y las pensiones, que son los dos gastos grandes del Estado y que Zapatero sí tocó sin que UGT y CC OO pusieran el grito en el cielo, ni montaran algaradas similares a las actuales en las que tratan de movilizar a todos los colectivos sociales, incluidos los antisistema. Y luego no achacarán los problemas de orden público a los incontrolados que acuden a sus concentraciones sino a la Policía por estar allí para evitar desmanes. Pues bien, tanto IU, que piensa secundar la convocatoria, como los dos sindicatos deben disponer un servicio de orden para controlar que nadie se salte la Ley. Pero los primeros en incumplir las más mínimas normas de convivencia son los «piquetes informativos» que coaccionan a quienes no quieren participar en esa jornada porque consideran que el país está para trabajar y no para parar.