España

Sí ahora podemos por Esteban González Pons

La Razón
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Llevamos un año sin Gobierno efectivo y seis meses con Gobierno provisional. Desde que Zapatero sucumbió a sus errores económicos y decidió que los más débiles pagaran su factura con recortes sociales, el Gobierno socialista tiró la toalla de las reformas. Desde que Rubalcaba consiguió convertirse en candidato sin primarias y retrasar el adelanto de las elecciones, el Gobierno socialista se dividió y se dedicó a las peleas internas. El precio del desgobierno lo estamos pagando todos ahora con la desconfianza internacional en nuestra economía que ha disparado la prima de riesgo. La rotunda victoria del Partido Popular este 20-N ha sido una muestra de confianza de la gran mayoría de los españoles en que un buen Gobierno puede superar esta crisis. El voto al PP ha sido una declaración de intenciones de los ciudadanos, que han dicho que quieren poner todos los medios necesarios para volver a ser un país serio, fiable, que cumple con sus compromisos. Esa será la prioridad de Mariano Rajoy al formar su Gobierno: recuperar la confianza en España dentro y fuera de nuestras fronteras para poner nuestra economía a crecer y que la sociedad pueda crear puestos de trabajo. Para eso ha explicado durante la campaña electoral que sólo seguirá un criterio para elegir su nuevo Gobierno: el interés general. El Gobierno del Partido Popular será el que necesiten los españoles. No habrá cuotas ni concesiones a la galería.

Mariano Rajoy quiere formar un equipo de personas competentes para gestionar la recuperación económica. Estarán los mejor preparados para sacarnos de la crisis, con independencia de otras consideraciones. Rajoy formará un Gobierno de personas preparadas porque es lo que necesita España y porque es su forma de gobernar. Primero prepararse, estudiar, analizar y, sólo entonces, decidir. Ésta es una manifestación de su prudencia. la prudencia que tanto necesitamos los españoles con en el nuevo presidente del Gobierno al que le hemos confiado el timón en estos tiempos de tormentas. Los españoles han elegido al que, sin duda, es el presidente mejor preparado de nuestra historia democrática.

Rajoy llega a La Moncloa tras más de treinta años de experiencia política y de gobierno. Después de ganar una de las oposiciones más difíciles y prestigiosas del ámbito jurídico, las de registrador de la Propiedad, Rajoy empezó su carrera política desde el principio. Poco a poco, sin saltarse un paso, ha pasado por las tres administraciones del Estado. Primero como diputado autonómico, concejal; presidente de una Diputación Provincial; más tarde vicepresidente de la Xunta de Galicia y, finalmente, como ministro, nada menos que en cuatro ministerios diferentes.

El Gobierno de Rajoy nace con una prioridad clara: recuperar nuestra economía y crear empleo. Eso será lo esencial y todo lo demás debe orientarse a tal objetivo. Porque al conseguirlo será posible acometer las reformas que necesita España. El Gobierno del presidente Rajoy se parecerá al candidato Mariano Rajoy. Será un Gobierno serio, previsible e independiente. Sin espacios para el «vedettismo» político, buscando gobernantes arremangados que sepan trabajar en equipo por una meta colectiva para derrotar a la crisis. El Gobierno del Partido Popular será como son todos los gobiernos del PP: austero y con respeto al dinero público que sale de los bolsillos de los españoles. Recortará gastos superfluos y terminará con el despilfarro. Un Gobierno que sustituya la tijera socialista de los recortes sociales por la navaja de Ockham que suprima la multiplicación de los entes administrativos, de dudosa utilidad.

Su Gobierno será sólido frente a las presiones de los mercados y de los radicalismos. Con la estabilidad necesaria del que tiene las ideas claras para poder dialogar con todos. Su Gobierno será de todos los españoles y para todos los españoles. Cerrará las divisiones creadas en el pasado para que todos juntos podamos centrarnos en la gran misión nacional de crear empleo. Sufrimos una crisis de la que sólo juntándonos todos podremos salir sin dejarnos a nadie.