Ámsterdam
Hachís el menú especial de tres bares de Alcorcón
El Ayuntamiento clausuró ayer tres locales dedicados al tráfico de droga. No podrán abrir los próximos dos años. Sólo en esta localidad se han tramitado doce infracciones muy graves por este motivo desde septiembre
MADRID- Ya hace un par de años que Alcorcón dejó de ser aquel municipio al que tantos madrileños acudían a pillar hachís. Los pequeños bares regentados principalmente por ciudadanos de origen marroquí –una de las comunidades inmigrantes mayoritarias en la localidad– han sido durante muchos años un dispensador continuo de gramos del estupefaciente «rifeño». Tanto es así que a Alcorcón se lo conocía con el sobrenonombre de la «costa marrón» en referencia a la droga procedente (sobre todo) de la zona del Rif de Marruecos.
Aunque el trabajo de la unidad de Policía Judicial de la Policía Municipal ha trabajado muy duro para acabar con esta lacra para la localidad, aún quedarán cerca de una veintena de bares donde siguen vendiendo, según fuentes policiales.
El principal problema al que se enfrentaban los agentes con estos establecimientos donde se vende e incluso se consumía en su interior –antes de la Ley Antitabaco– era que, aunque detuvieran a ciudadanos vendiendo la droga, no tenían la potestad para clausurar el establecimiento, por lo que a las pocas semanas el propietario volvía a reaunudar su actividad delictiva. Esto cambió el pasado mes de octubre, desde que se modificó en el Consejo de Gobierno regional la Ley 17/97 de 4 de julio de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid, y los Ayuntamientos de grandes municipios adquirieron la potestad para tramitar infracciones muy graves, como este tipo de casos, según fuentes municipales.
Desde el pasado mes de septiembre se han realizado en Alcorcón una docena de operaciones policiales en estos locales con una veintena de personas detenidas, lo que se traducirá, en muchos casos, en la clausura temporal de los mismos, ya que un juez puede establecer hasta dos años de cierre del negocio.
De los bares intervenidos y con infracción muy grave tramitada, ayer se hicieron efectivas las tres primeras clausuras. Los tres deberán permanecer cerrados hasta el 1 de agosto de 2014 y, en caso de reincidencia, se procederá a la revocación de la licencia.
De esta forma, una pareja de agentes locales cerró durante la mañana de ayer tres «famosos» establecimientos de venta de hachís porque no era, ni mucho menos, la primera vez que los agentes pillaban a quienes se dedicaban al menudeo con las manos en la masa. El primero, el bar La Cabaña, situado en la calle Valladolid, fue intervenido el pasado 23 de mayo y el 6 de junio. En ambos casos se detuvo a personas, a una se le imputa un delito contra la salud pública (el que vendía) y a otro tolerancia al tráfico de drogas (permitía la venta en su establecimiento y, además, se lucraba de ella). El bar, que lleva muchos años vendiendo hachís, también acumulaba otras infracciones por falta de papeles en regla. Desde ayer, permanecerá cerrado dos años. Lo mismo ocurrirá con el bar La Puebla, en la calle Polvoranca. Acumula cierres temporales –antes era la consejería de Interior quien clausuraba durante seis meses– en 2007, 2008 y 2009, cuando vuelve a haber detenidos. El 13 de marzo de 2012 se realizó al última operación policial en el bar, con tres detenidos por tráfico de hachís y 12.000 euros incautados en un doble fondo, yodo procedente del menudeo. Aquel día se les pilló también unos 180 gramos de hachís. Se tramitó la infracción muy grave y el juez dio su visto bueno. Ayer también cerró sus puertas durante dos años. Se trata, además de un local multirreincidente en el menudeo, un lugar conflictivo donde incluso se produjo un asesinato en enero de 2009.
El tercero de los locales clausurados ayer fue otro también de sobra conocido por la Policía de la localidad. Es el bar Amsterdam, en la avenida Cantarranas de la localidad. También hubo detenidos en 2007 y 2008 por tolerancia al consumo de estupefacientes en su interior. En 2009 estuvo cerrado seis meses por el mismo motivo y la última operación se realizó este año, el pasado 24 de febrero. La redada se saldó con dos detenidos por tráfico de hachís. Ayer, también colgó en su puerta el cartel de cerrado por dos años.
Una nueva responsabilidad para los ayuntamientos
La última vez que se produjo una «Intifada» contra el menudeo de hachís fue en 2008 y 2009 por parte de la unidad de Policía Judicial de Alcorcón. Entonces era competencia de la Comunidad de Madrid ordenar el cierre de los establecimientos por este tipo de infracciones muy graves y, de hecho, en 2009 se cerraron 6 bares en la localidad, unas clausuras tramitadas por la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid. Pero el pasado mes de octubre se modificó la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas por la que los ayuntamientos de grandes municipios tienen la potestad de tramitar las infracciones muy graves como es el menudeo. Hay multas desde los 3.000 a los 30.000 euros y cierre de negocio desde un mes hasta los dos años.
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