Tribunal Constitucional
Muerte al Estado de Derecho por Juan MORAL
Hasta ayer era de los que pensaba que España disfrutaba de una plena mayoría de edad en lo que al respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales se refería y que aquella idea de que el Tribunal Constitucional pudiera en ocasiones ser una tercera instancia o una nueva casación era solo fruto de la invención interesada de algunos o de mentes calenturientas.Tras conocer el resultado de las deliberaciones y el fallo del Constitucional al resolver la demanda de Bildu-Eusko Alkartasuna, decididamente éstos llevaban razón.Un Estado de Derecho sufre y muere desde el momento en que aceptemos que pueden revisarse las sentencias del Supremo, cuestionando cuanto valen las pruebas que le llevaron a considerar que una coalición es continuación de un partido puesto al servicio de una banda terrorista e impedir que sus integrantes accedan a los cargos y fondos públicos. Esto es lo que ha ocurrido después de la sentencia del TC, al enmendar la plana al Supremo, reinterpretando aquella convicción afirmando que vulneraban con ello los derechos de los integrantes de las listas de Bildu-EA de acceder a los cargos públicos, cargos a los que éstos tratan de agarrarse cual última tabla de salvación como forma de subsistencia de aquellos a los que sirven. No cabe admitir en nuestro derecho (que hoy escribo con minúsculas), que pueda versionarse una sentencia y redimensionar los elementos de prueba tenidos por aquellos en cuenta cuando concluyeron que era parte de una misma estrategia terrorista. Lo lamentable de todo esto es que a nadie ha sorprendido el fallo del TC, se oía que era cuestión de tiempo y de conocer la ideología de sus miembros, y esto es lo grave.Decía Montesquieu en el Espíritu de las Leyes: «No hay libertad cuando el poder judicial no está separado del poder legislativo y del ejecutivo…estando el poder judicial unido al Ejecutivo el imperio sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor». No sé que pensaría hoy…
Juan Moral
Fiscal excedente de la Audiencia Nacional
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