Bolsa
Hunosa diseña un ajuste para no despedir a un solo minero
Madrid- La principal empresa minera de España, la estatal Hunosa, diseña un plan de viabilidad, para adaptarse a los recortes en las ayudas al sector, que no contempla ni un solo despido. La dirección de la empresa cree que con los ajustes que valora poner en práctica se podrán preservar los 1.868 empleos directos –casi la mitad de los 3.964 trabajadores del sector de la minería del carbón–, sostener las prejubilaciones pactadas para 2012 y dar continuidad a su labor industrial en el futuro, salvando incluso el cierre de las minas previsto para 2018. Hunosa tiene asignados 45 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado en ayudas a la explotación, cuando en 2011 le correspondían 72, aunque no recibió toda la partida.
Esa brecha y la relación directa entre las ayudas y los salarios en la minería obligan a la hullera pública a equilibrar sus balances en el presente ejercicio con una fuerte reducción de gastos que se suma al recorte de directivos puesto en marcha en marzo y a la reducción de salarios a los ejecutivos del 30% aprobada en abril.
Recuperar servicios
Entre las medidas que están en curso figuran la centralización de los servicios de compras y contrataciones en el área financiera y la eliminación de labores hasta ahora externalizadas que pasará a efectuar la plantilla. Asimismo, se plantea la salida de la empresa de organismos y fundaciones, así como la suspensión de la asistencia a cursos universitarios de verano, ferias y eventos, y la supresión de los patrocinios.
Sólo con la anulación de la presencia de Hunosa en dos ferias que se celebrarán este verano la empresa ahorrará unos 200.000 euros, según indican fuentes del sector a este diario.
La dirección de la empresa, que cumple cien días con la joven ingeniera de minas María Teresa Mallada al frente, confía en encontrar un marco estable para el carbón y en el futuro de este sector, por lo que trabaja en un plan aún más ambicioso que contempla varios proyectos de diversificación y el abandono de otras parcelas que no tienen carácter industrial con el objetivo prioritario de salvar los 1.868 empleos directos, 1.500 de ellos mineros y el resto repartido entre técnicos, ingenieros y vigilantes. Este plan tendría además un fuerte impacto en el mantenimiento de los cerca de 10.000 empleos indirectos ligados a la minería sólo en las cuencas asturianas.
La dirección de Hunosa no contempla el cese de su actividad en el futuro, por lo que baraja alternativas que permitan la viabilidad de una de las empresas industriales más antiguas de España para sortear así el cierre de todas las explotaciones no competitivas, previsto por la Unión Europea para 2018.
Al plan, que será presentado a los sindicatos en fechas próximas, le espera un espinoso recorrido ya que deberá contar con la aprobación de los trabajadores, pues podría implicar ajustes salariales para salvaguardar la estabilidad de toda la plantilla. Este capítulo planteará, a buen seguro, una dura batalla que ya ha comenzado, después de la reclamación por incumplimiento de convenio planteada por los sindicatos mineros de Hunosa.
Con el sector en su vigesimotercera jornada de huelga por el recorte de 450 millones para todo el montante económico del Plan del Carbón 2006-2012, CC OO y UGT reclaman a la empresa pública una subida del 2% en los salarios de la plantilla, una actualización que afectaría a unos 1.700 trabajadores. Las centrales denunciaron el pasado 13 de junio ante el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos que Hunosa no ha procedido a aplicar el incremento salarial pactado, «manteniendo congeladas las retribuciones de los trabajadores en la cuantía de 2011», sin haber iniciado un proceso de negociación con la plantilla.
Hunosa nació en 1967 con la integración de casi todas las mineras privadas de la cuenca central asturiana. Dispone de seis explotaciones de interior y dos lavaderos, y factura unos 300 millones de euros al año.
✕
Accede a tu cuenta para comentar