Burla

Un poco más de la mitad de los jóvenes vascos rechaza convivir con un amenazado por ETA en su vecindario y un porcentaje algo superior, el 55 por ciento, tiene esa opinión pero respecto a miembros de la banda. Una encuesta es una foto. Y las conclusiones del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco, tenemos dinero para todo en España, son esclarecedores y muy deprimentes. ETA ha matado, herido, perseguido, humillado y destrozado desde hace 40 años a miles de personas aunque no parece que haya sido suficiente para que algunos se sientan conmovidos por el dolor ajeno al menos durante un segundo. Es un ejemplo más de la condición humana pero también de lo siguiente. Los que así piensan anteponen el colectivo al individuo. El totalitarismo no necesita de demasiadas cosas para arraigar dentro de las sociedades. Que a día de hoy no hay un porcentaje demoledor de la población vasca al lado de las víctimas demuestra la connivencia de los anteriores gobiernos autonómicos con un mundo aterrador. El peor dato de ese estudio es que un 12 por ciento de la juventud vasca justifica la violencia terrorista. ¿Hay algún lugar del mundo libre con una parte de su población partidaria de emplear el método de la eliminación física para conseguir sus objetivos? Con estos datos encima de la mesa, el lendakari debería ser más cauto en la expresión de sus deseos de futuro. Por muchas ganas que tenga López de ver el final de ETA, las mismas que cualquier persona decente, debe pesar y mucho el cómo. Por eso ver a Usabiaga, uno de los jefes de la cosa,suelto después de burlar la ley provoca el rechazo y la condena de toda aquella gente de bien que ha sufrido el terrorismo con su propia sangre.