Islandia de contrabando

El narcotráfico ha sido un tema recurrente del cine occidental durante las últimas décadas, y el «thriller», el género predilecto para retratarlo. En «Reykjavik-Rotterdam» hay narcotráfico y también «thriller», aunque, en esta ocasión, no hay capos colombianos ni tiroteos: sólo unos cuantos trabajadores de un puerto, el de Reykjavik, que hacen contrabando con alcohol, un producto permitido en Islandia pero muy caro en comparación con el que se vende en el puerto de Rotterdam. «Se trata de un mundo "underground"y cruel que se ha mostrado en muchas ocasiones con el narcotráfico, pero no en los contenedores de los barcos de mi país», explica su protagonista, Baltasar Kormákur. Ni buenos, ni malosTampoco los malos de este «thriller» lo son tanto como en otras cintas del género porque, según explica Kormákur, «hacer contrabando de alcohol no es un crimen tan terrible. Es algo que me gusta mucho de esta película: no hay buenos, malos, ni héroes, lo que la hace más realista que la típica producción de EE UU». Además, el actor destaca que este filme incluye «una fuerte crítica social, algo no muy usual en el género. La conclusión es que la gente hace todo lo que puede por sobrevivir, y que los ricos terminan ricos; y los pobres, pobres. En todo caso, el islandés me parece un buen sistema». «Reykjavik-Rotterdam» tampoco representa un ejemplo de género, ya que «se convierte en un "thriller"al final. Cuando haces una película así es complicado desarrollar la trama al mismo tiempo que construyes unos buenos personajes. En esto creo que el filme acierta: si apuestas por los personajes desde el principio, al final todo funciona mejor», asegura el intérprete. Que esta producción de 2008 haya llegado a España es otro de sus puntos llamativos. De hecho, la industria de la que procede, la islandesa, tiene una producción muy pequeña: «El cine del norte de Europa tiene una base muy fuerte con figuras como Dreyer, Bergman y todos los directores del movimiento Dogma; pero el caso del cine islandés es más destacable porque el mercado interno también es pequeño», explica el intérprete.Con Victoria AbrilDe padre catalán, Kormákur es una de los nombres más importantes de la industria cinematográfica islandesa actual. Director, actor, productor y guioniosta, saltó a la fama en 2000 con «101 Reikiavik», donde actuó con Victoria Abril, cuyo éxito internacional le llevó a fundar una productora: «Todo aquello fue increíble para mí porque empecé a hacer muchas películas», confiesa Kormákur, que en 2005 dirigió «Verdades ocultas», con Forest Whitaker.

Firma propiaDurante dos años consecutivos recibió el premio a la mejor novela negra nórdica. Es Arnaldur Indridason, guionista de «Reykjavik-Rotterdam», y uno de los escritores más populares de su país: ha vendido cinco millones de ejemplares de sus novelas.