Comunidad de Madrid
Se disparan las solicitudes de terraza
En lo que va de año han aumentado un 17,3 según los hosteleros
MADRID- No es de extrañar que algunos vecinos se echen las manos a la cabeza cuando empieza la temporada de las terrazas. Lo que para algunos significa pasar un buen rato con los amigos, para los vecinos se convierte en una auténtica pesadilla. Según datos de La Viña (Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid), en la capital hay más de 2.000 terrazas. Un distintivo del ocio madrileño que ha experimentado un gran aumento desde que entró en vigor la Ley Antitabaco. Si durante todo el 2010 esta asociación tramitó 23 solicitudes para obtener licencia de terrazas, en lo que vamos de año ya han hecho 19. El hecho de no poder fumar dentro de los locales obliga a la gente a salir a la calle y claro, con unas copas de más no se controla el volumen.
El Coordinador General de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Conde, explica que durante los meses de enero y febrero las quejas por ruido se han elevado un 16% respecto al año 2010, cuando el consistorio abrió 1.234 expedientes por el mismo problema. Pero parece ser que las medidas del Ayuntamiento no son suficientes. La gente que vive en la calle Santiago, en Ópera, o en la plaza de La Morería, en el puente de Segovia ya no pueden más. La Asociación de Vecinos Ópera-Austrias (AVAUSTRIAS) ha emitido un comunicado en el que aseguran que van a «emprender acciones legales contra los propietarios que causan o permiten ruido nocturno de sus clientes».
Los empleados de las terrazas se defienden diciendo que «no se puede controlar el volumen de 40 personas que están fumando en la calle o tomando una caña, es imposible». Los clientes aseguran que tampoco es para tanto, aunque entienden a los vecinos: «Cuando estás de fiesta no te das cuenta de si gritas demasiado. Pero vivir en un primero e intentar dormir mientras hay jaleo en la calle debe ser un infierno» dice Juan, de 29 años. Sin embargo, esto no pasa en todos los barrios.
En la calle Serrano han proliferado las terrazas desde que se terminaron las obras. Tras preguntar a clientes, hosteleros y vecinos, quedó claro que todos viven en paz y armonía: «Aquí cumplimos los horarios, a la una de la madrugada se cierra. La gente habla en un tono moderado y jamás hemos recibido quejas de vecinos. Si hay respeto mutuo, todo es compatible» asegura el encargado de una terraza.
Serrano: «Dan vida al barrio»
Aprovechando el ensanchamiento de Serrano, muchos negocios se han animado a poner una terraza. Lejos de provocar el rechazo de los vecinos, la gente de la zona está encantada: «Esto da más vida al barrio cuando se cierran las tiendas. Los clientes son respetuosos y hasta ahora no ha habido ningún problema con nadie», asegura una vecina.
Ópera: «Así no se puede vivir»
Los vecinos de esta calle se quejan porque cuando se compraron su casa el barrio no era así: «Ahora cada vez que se cierra un negocio, abren una terraza. Es imposible vivir con este ruido», se queja una vecina. «Antes, este barrio era tranquilo, por eso nos vinimos a vivir aquí. Pero criar a nuestros hijos con tanto ruido es imposible, por no hablar de como deja la calle la gente», añade.
Las claves de la Ordenanza contra el ruido
- El Ayuntamiento de Madrid modificó su «Ordenanza contra la contaminación acústica» a principios de 2011. Las multas por infringir esta norma municipal pueden llegar a los 300.000 euros y acarrear la retirada de la licencia de actividad del establecimiento que la incumpla.
- Además del pago de la sanción, los infractores serán expedientados y deberán pasar inspecciones periódicas.
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