Eurocopa

España

Alemania es perfecta (3-1)

Ganó a Bélgica y completó el pleno de victorias en una fase de clasificación por primera vez. Özil marcó el ritmo del encuentro

Mesut Özil inauguró el marcador ante Bélgica con un gol soberbio a la media hora
Mesut Özil inauguró el marcador ante Bélgica con un gol soberbio a la media horalarazon

La Alemania de Joachim Löw tiene poco que envidiar de las mejores selecciones germanas de la historia más allá de los títulos. Quizás un mejor portero, pero poco más. Alemania es, a día de hoy, una máquina casi perfecta, que disfruta de una gran generación de jugadores a los que, seguramente, sólo España ha privado de añadir una cuarta estrella a su escudo. No ha perdido un ápice de su efectividad y ha recuperado el espíritu que descubrió Lineker hace ya unos años: «En fútbol juegan once contra once y gana Alemania». Por primera vez en su historia, los alemanes completaron una fase de clasificación para una gran competición con un pleno de victorias. Bélgica, ayer, fue su última víctima.

En la cita del próximo verano, Alemania partirá como la gran favorita junto a España y Holanda. Löw ha compactado un equipo al que no le hace falta jugar demasiado bien para ganar los partidos, al más puro estilo germano de toda la vida. Bélgica se jugaba sus opciones de estar en la repesca y salió muy ambiciosa ante una Alemania relajada. El problema para los de Georges Leeskens es que cada vez que se acercaban al área mostraban tanto instinto asesino como un oso hibernando. El dominio belga se tradujo en dos goles para Alemania. En dos latigazos aislados, sentenciaron los germanos a su cándido rival. Qué sabio era Gary Lineker.

Poco le valió a Bélgica el extraordinario partido de Mignolet, el guardameta del Sunderland que tiene a Courtois como inquilino fijo en el banquillo. Ni la buena labor de Kompany al corte. Ante Alemania hace falta mucho más. Como un cabezazo de Puyol en un córner...

Las esperanzas belgas de alcanzar la repesca se vieron cercenadas en apenas media hora. Alemania tiró de estrategia en un córner, la pelota acabó en los pies de Özil en la frontal del área y el madridista lo colocó en la escuadra con un disparo tremendo. Bélgica se tambaleaba y en tres minutos se fue a la lona. Lanzó un córner que aprovecharon los germanos para lanzar un contragolpe perfecto. Schürrle lo finalizó en gol. La ley del mínimo esfuerzo.

Las buenas sensaciones que había dejado Bélgica no sólo se habían evaporado en unos minutos, sino que Mignolet se había ganado el cielo flamenco sacando dos balones de gol ante Mario Gómez, que no suele errar en estas situaciones. El delantero del Bayern se fue al descanso con sus fallos en la cabeza y con un depredador del área como él sólo cabía esperar una reacción como la que tuvo. A los tres minutos de la reanudación, Gómez anotaba el tercer gol alemán al completar una gran jugada de Özil. Había marcado la más difícil. Cosas del fútbol.

Leeskens rectificó en el descanso y metió a Lukaku en el campo. Dado el resultado final, la sorprendente suplencia del delantero del Chelsea unida a la de Mertens, le supondrá un buen puñado de críticas en su país al seleccionador. Pero que nadie se lleve a engaño, Bélgica dispone de argumentos suficientes para estar en la próxima gran cita. Sólo falta orquestarlos mejor. De momento, las sinfonías perfectas son cosa de Alemania.


Hiddink, a la repesca
Turquía fue la gran beneficiada de la derrota de Bélgica en Alemania. La selección de Guus Hiddink no dependía de sí misma para alcanzar la repesca y necesitaba un tropiezo de los belgas para soñar con su presencia en Ucrania y Polonia el próximo verano. La victoria de Alemania permitía a los turcos acceder a la repesca con un simple empate. Azerbaiyán ya se había impuesto en la ida de los otomanos y ayer también les puso en muchos problemas. Con todo en su mano, Hiddink no dejó escapar la oportunidad de agrandar su leyenda con una nueva presencia en una gran competición. Un gol de Yilmaz a la hora de juego así lo certificó.