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La deuda desata los nervios en Europa

La emisión de deuda en varios países periféricos de Europa ha devuelto la incertidumbre a los mercados, elevando el listón de los intereses de Grecia, Irlanda y Portugal, aunque España se aleja cada vez más de la percepción de riesgo de estos países, pero a costa de pagar más caras sus colocaciones.

El lunes, el Tesoro español adjudicó más de 4.600 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses con el interés más alto de los últimos cuatro meses, y el miércoles ocurrió algo parecido con una emisión de 2.652,42 millones de euros en obligaciones con vencimiento a diez años y 885,26 millones a trece años.

La prima de riesgo de España (el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años) cerró la semana a 221 puntos básicos, muy lejos de los 1.164 de Grecia, los 722 de Irlanda y los 624 de Portugal.

Los expertos aprecian que la distancia entre España y los países de la eurozona más comprometidos con los problemas de deuda es cada vez más grande, al haber apostado por la reducción del déficit, la reforma de las pensiones y el control del gasto público.

La mecha en los mercados de la deuda la encendió esta semana el líder del partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses, Timo Soini, que obtuvo la tercera plaza en las elecciones generales de su país, al amenazar con poner trabas a los planes europeos para rescatar a Portugal y otros países tocados por los problemas financieros si ello afectaba a los intereses de su país.

Este hecho, sumado a las dudas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a sus compromisos acreedores apenas un año después del rescate económico por la Unión Europea y el FMI, devolvió la inestabilidad a los mercados de deuda soberana en una semana de emisiones en Grecia y Portugal.

En cuanto a indicadores, la morosidad de los créditos concedidos por entidades financieras a particulares y empresas se elevó en febrero un 6,19 % desde el 6,09 % de enero, un nivel que no se alcanzaba desde 1995.

El precio de la vivienda aceleró su caída en el primer trimestre de 2011 al bajar el 4,7 % respecto a un año antes, lo que deja el metro cuadrado a 1.777,6 euros, valor similar al que se registraba en 2005, tres años antes de que estallara la burbuja inmobiliaria.

El precio del oro, el valor refugio por excelencia en tiempos revueltos, derribó barreras en los mercados empujado por un débil dólar, los conflictos en los países de Oriente Medio y el norte de África y los efectos económicos y nucleares del terremoto-tsunami de Japón.

En Londres, el dorado metal cerró a 1.504 dólares/onza y en Nueva York a 1.503,8, encadenando récords durante cada día de la semana.

La bolsa española sumó un 0,24 % en la semana corta de Pasión (no hubo cotizaciones el Viernes Santo), un incremento de ley a pesar de lo exiguo teniendo en cuenta las presiones en los mercados de deuda soberana de los países periféricos europeos.

Wall Street subió un 1,33 % de lunes a jueves, en sesiones marcadas por los buenos resultados empresariales, especialmente tecnológicos, y en la antesala de otra semana en la que las principales empresas mostrarán sus cuentas trimestrales.

Las bolsas de Europa y las de Asia, e incluso Latinoamérica, siguieron por los mismos derroteros, aunque con subidas más tímidas.

El euro prosiguió su escalada en Fráncfort, impulsado por la debilidad de la divisa estadounidense y cerró la semana a 1,4577 dólares, su máxima cotización en dieciséis meses, con lo que consolida una subida del 13 % desde que empezó el año.

El petróleo consolidó su precio en los mercados, en parte debido al estancamiento de la crisis libia, e incluso mantuvo una ligera tendencia alcista cerrando a 123,99 dólares el barril de Brent en Londres y a 112,29 el Texas en Nueva York.

Los precios de la gasolina en España alcanzaron un máximo histórico justo cuando comenzaba la operación salida de Semana Santa, al llegar a 1,363 euros/litro.