Teatro

Cataluña

El Condal apuesta por la comedia de enredo con «No et vesteixis per sopar»

Cuándo: Hasta el 20 de noviembre. Dónde: Teatre Condal. Av. Paral·lel, 91. Cúanto: De 28.50 a 32 euros. Tel. 93 309 75 38.

El Condal apuesta por la comedia de enredo con «No et vesteixis per sopar»
El Condal apuesta por la comedia de enredo con «No et vesteixis per sopar»larazon

BARCELONA- El vodevil y la comedia de enredo se basan en un principio básico, el espectador debe saber más de lo que está pasando en escena que los propios personajes. Así puede reírse de las tonterías que los hombres somos capaces de hacer para engañar a otros con esa sensación de vergüenza ajena tan reconfortante. En «No et vesteixis per sopar», este principio se cumple a la perfección, incluso de forma exagerada. El resultado sólo es uno, la carcajada.

El Teatre Condal acoge hasta el 20 de noviembre esta clásica comedia de Marc Camoletti, autor de «Boing Boing», que hacía 20 años que no volvía a la cartelera barcelonesa y que en la actualidad parece vivir una segunda vida con su nueva y exitosa adaptación en Broadway. Migo Ràfols lidera un elenco formado por Àngels Bassas, Jordi Díaz, Mònica Glaenzel, Mónica Valverde y Óscar Kapoya, con una sobria y elegante dirección de Roger Peña.

 La sinopsis es sencilla. Bernat, un hombre de mediana edad, bien educado y seguro de si mismo, decide invitar a su amante a un romántico fin de semana aprovechando que su mujer ha ido a visitar a su amante. Para tener una coartada, llamará a un amigo, el mismo que está teniendo una aventura con su propia mujer. El fin de semana se convertirá en una auténtica locura cuando todos se vayan encontrando y se cuenten las mentiras más estrambóticas para que no se den cuenta del engaño.

La obra tiene como pretensión ser un pequeño alivio de las tensiones diarias y que el espectador pueda olvidarse de todo durante hora y media. «Sólo queremos que el público se saque de la cabeza sus problemas. Nuestra intención es que no paren de reír, que los gags se sucedan sin parar y que, cuando acabe, se sientan un poco más felices», comenta Peña.