Audiencia Nacional

Vía hacia la inocencia

La Razón
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Los enemigos de Francisco Camps casi han logrado trasladar a la opinión pública que la decisión de ayer del Tribunal Supremo es una sentencia condenatoria. Nada más lejos de la realidad. La Alta Magistratura se ha limitado a pedir más investigaciones sobre el asunto, por lo que remite de nuevo al juez instructor, José Flors, y le invita a ampliar sus trabajos anteriores.Se da la circunstancia de que, ahora, el juez deberá incluir en su instrucción pruebas que no fueron tenidas en cuenta anteriormente y que pueden favorecer a Camps. Hay que tener en cuenta que en la primera labor de Flors no se había levantado el secreto del sumario del «caso Gürtel» en Madrid. ¿Qué sucede si ahora resultan determinantes las palabras de Pablo Crespo en la cárcel en el sentido de que no habían pagado trajes al presidente de la Generalitat?.Es lógico que los enemigos de Camps quieran liquidar a su manera el aspecto político del asunto, pero no se trata de solventar semejantes cuestiones en función de intereses partidistas o ideológicos, sino de acuerdo con la justicia, equidad y proporcionalidad. Tengan calma los apresurados. Todo a su tiempo.Por último, sorprende que se conozca el fallo sin que se haya trasladado a las partes presentes en el caso. Así es la vida