El rey conquista otro territorio

Es su séptimo título de una temporada inolvidable en la que ha recuperado el trono de la ATP y se ha adjudicado el «Grand Slam» con sólo 24 años. Ganar en el torneo de maestros en Londres, uno de los pocos títulos que se le resiste, sería un final perfecto. «Espero hacer buenos partidos allí», se limita a decir Nadal. Las semifinales son su límite, pero esta vez hay algo distinto: llegará menos castigado que nunca, sin molestias, como ha sucedido durante prácticamente todo el resto del año. «Ésa es la noticia más positiva para mí. Todo es más fácil sin lesiones», indicó. Intenta disfrutar al máximo de ese estado mientras dure: «El deporte y las lesiones van de la mano, es imposible jugar siempre al ciento por ciento, poner el cuerpo al límite y no tener molestias».

Pero el torneo que enfrenta a los ocho primeros del circuito será a finales de noviembre. Es el gran objetivo en lo que queda de curso, pero no el único. Esta semana comienza el Masters 1.000 de Shanghái, donde los mejores del mundo volverán a coincidir por primera vez desde el Abierto de Estados Unidos.

«He jugado bien», reconoció Rafa después de vencer en la final de Tokio. Si él mismo dice eso significa que el rival apenas ha tenido oportunidades. Nadal ha mejorado sus prestaciones según las exigencias. Monfils es el oponente más complicado que ha tenido enfrente en las últimas dos semanas, y su juego ha subido. Después de pasarlo mal y tener «suerte» (salvó dos puntos de partido) ante Troicki en semifinales, un jugador que jamás le había ganado un set, ayer se paseó en la final. Su saque volvió a ser el que le ayudó a imponerse en «Flushing Meadows» y no concedió ningún punto de ruptura. Su derecha hizo mucho daño, y también su revés. «Mi revés me ha estado funcionando. Creo que ha sido un partido muy completo porque he jugado como tenía que jugar», afirmó. El primer set fue un paseo y en el segundo hizo el «break» en el momento justo, para cerrar el duelo en el saque siguiente. «Es el rival más difícil del circuito», se resignó Monfils.


La lluvia aplaza la final de Pekín
Novak Djokovic, el número dos del mundo, cogió la toalla y empezó a ayudar a secar la pista con ella. Estaba empapada por una lluvia que no cesó y que obligó a que la final del torneo de Pekín, que enfrentaba al serbio contra el español David Ferrer, se aplazara a hoy. «Nole» iba venciendo por 3-1 en el primer set. El encuentro es muy importante para Ferrer, que ocupa el puesto 11 de la ATP y está peleando por llegar al «top 8» para poder disputar el Torneo de Maestros, en el que ya fue finalista en 2008.